miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

tema tratado, puesto que, en la mayoría de los casos, la crítica sólo se limita a dar
por supuesto que la “revista italiana” sea Il Rinnovamento:
“Comprendo cuánta razón tuvo usted al llamarme católico. Lo central católico, helénico, fue el
interés de la divinización del hombre, de su inmortalidad […]. Esa consideración, que no es la
moral, llevó al dogma de la divinidad de Cristo. Era garantía de la divinización, de la
inmortalización del hombre. La reflexión ética enturbió el problema, y el protestantismo, al poner
en primer término el factor ético en forma de justificación y reconciliación (Rechtfertigung und
Versöhnunng), ha destruido el dogma escatológico. El unitarianismo – el de Channing, v.gr. – es su
resultado. La preocupación específica católica, sobre todo antes de San Agustín, no era si estoy o
no justificado, sino si me salvaré o no; es decir, si mi vida será o no eterna. Claro es que luego se
combinó con ella la preocupación ética, pero ésta fue siempre secundaria y subordinada. El pecado
preocupa poco al católico genuino. Con todo esto desarrollado, y documentado con textos de
Padres, haré un ensayo, para una revista italiana, sobre la «esencia del catolicismo». Claro es que
la esencia, pues siempre ha tenido su elemento que podríamos llamar protestante, como éste su
elemento católico” 73 .
Si comparamos este pasaje con parte del capítulo IV de Del sentimiento, se
notará una evidente semejanza de contenido, a saber:
“La cultura helénica, por su parte, acabó descubriendo la muerte, y descubrir la muerte es
descubrir el hambre de inmortalidad […]. El Cristo atanasiano o niceno, que es el Cristo católico,
no es el cosmológico, ni siquiera en rigor el ético; es el eternizador, el deificador, el religioso […]
pero ¿cuál es el Cristo real? ¿Acaso ese llamado Cristo histórico de la exégesis racionalista que se
nos diluye en un mito o en un átomo social? […] Entre los protestantes, este Jesús histórico sufre
bajo el escalpelo de la crítica, mientras vive el Cristo católico, el verdaderamente histórico, el que
vive en los siglos garantizando la fe en la inmortalidad y la salvación personales […] el
protestantismo, absorto en eso de la justificación, tomada en un sentido más ético que otra cosa,
aunque con apariencias religiosas, acaba por neutralizar y casi borrar lo escatológico, abandona la
simbólica nicena, cae en la anarquía confesional, en puro individualismo religioso y en vaga
religiosidad estética, ética o cultural […]. La Trinidad fue un cierto pacto entre el monoteísmo y el
politeísmo y pactaron la humanidad y la divinidad en Cristo […]. Pero ¿a qué costa? A costa,
preciso es decirlo, de oprimir las necesidades mentales de los creyentes en uso de razón adulta
[…]. Y así resulta lo que el gran predicador unitariano Channing decía” 74 .
Casi dos años después, el Rector de Salamanca vuelve sobre el tema en otra
73 «Carta a Zulueta», 7 de mayo de 1907, en Cartas (1903-1933), cit., pp. 203-204. Véase también
«Razón y vida», cit.
74 STV, OCV, XVI, p. 187, p. 191, p. 192, p. 195, pp. 204-205.
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