miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

“estoy bastante al corriente de ese movimiento neocatólico de que me habla, he leído y poseo las
dos obras de Alfred Loisy que me cita y otras en la misma dirección, pero ese movimiento, si
triunfa, acabará en la ortodoxia católica” 43 .
Un mes después condena a la Iglesia por censurar la disquisición llevada a cabo
por algunos modernistas, como Loisy, sobre el simbolismo y la evolución del
dogma:
“Y vea aquí por qué la Iglesia rehuye todo problema dogmático — los últimos intentos del noble y
docto abate Loisy lo prueban” 44 .
En abril del mismo año se lanza de nuevo contra la Iglesia, que condena las
doctrinas de Loisy, y reitera el fracaso anunciado de la reforma anhelada por el
movimiento:
“Catolicismo aquí es el de la Iglesia Católica Apostólica Romana cuya cabeza visible es el Papa, y
con esa iglesia, que condena a Loisy y a Tyrrell, no se puede reformar nada. Ella está
descristianizando” 45 .
En 1908 vuelve a condenar la represión eclesiástica contra Loisy, y otros
representantes del modernismo, y manifiesta su apoyo al movimiento en la lucha
contra la dogmática de la autoridad:
“Y la condena del actual Papa contra las doctrinas del llamado modernismo no es más sino porque
los modernistas – Loisy, Le Roy, el padre Tyrrell, Murri, etc. – tratan de devolver vida de verdades
a dogmas muertos, y el Papa, o, mejor dicho, sus consejeros – el pobrecito no es capaz de meterse
en tales honduras –, prevén, con muy aguda sagacidad, que en cuanto se trate de vivificar los tales
dogmas, acaban éstos por morirse del todo” 46 .
Pero, cabe preguntarse, ¿el apoyo de Unamuno a Loisy – o al modernismo en
general – es un apoyo real a su doctrina? Sin duda, no. Parece más bien un apoyo
apriorístico a la lucha contra las imposiciones sin sentido de la institución
eclesiástica y contra el obsoleto tradicionalismo teológico. Si no fuera así, no
43 «Carta a Boine», 18 de enero de 1907, infra, p. 498.
44 «Sobre el quijotismo», 1907, infra, p. 443.
45 «Carta a Boine», 12 de abril de 1907, infra, p. 509.
46 «Verdad y vida», 1908, OCV, IV, pp. 393-394.
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