miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

artículos al tema de la condena. En «Algo sobre controversia religiosa» se detiene
en una aclaración lexica de no secundaria importancia:
“Controversia, dice el Diccionario de la Lengua, es: la disputa o cuestión sobre alguna cosa entre
dos o más personas, y se aplica especialmente a las disputas en materia de religión. Y como lo
que se disputa es porque no es cierto, resulta, que objeto de controversia entre católicos no pueden
serlo más que las cosas opinables; que por esto son sinónimos los vocablos controvertible y
opinable” 88 .
La precisión es muy importante, porque quiere explicar que existe un material
doctrinal para la Iglesia y para su unidad que no es opinable. El magisterio, por el
contrario, al condenar el modernismo, se ha pronunciado inequivocamente. Luego
entra más directamente en la polémica y distingue los errores del modernismo ya
condenados. De ahí que individua cuatro causas que determinaron la “funestísima
tendencia” 89 : las infiltraciones protestantes, el anhelo de cambiar al catolicismo, la
escasa seriedad religiosa y la escasa preparación científica. La segunda causa, en
especial, es la que llevó, según el juicio del P. d'Esplugues, a los modernistas más
cuerdos a caer en el error de la infidelidad con el propósito, sin duda loable, de
cambiar el catolicismo sin la necesidad de renovar su propia preparación religiosa
e intelectual, acabando por “ahogarse para salvar a otros náufragos” 90 .
En otro artículo que escribe después de una breve estancia en Roma, formula
algunas consideraciones más explicitas sobre el modernismo y comenta cómo el
genio latino y el anglosajón, aparentemente opuestos, son en realidad
complementarios. Del primero es Santo Tomás la encarnación más alta y legitima,
mientra que del segundo lo es Kant:
“Pero el Angélico Doctor encarna algo más que el genio latino; encarna el genio latino en estrecho
y perpetuo maridaje con el dogma y la moral cristiana; como Kant y sus discípulos Hegel, Spencer
y Haeckel encarnan este genio con todas sus aberraciones y deficiencias, con su idealismo,
criticismo y positivismo, que, contenidos en los límites de una prudente moderación y como
elementos secundarios, subordinados a un dogmatismo sano y sobre todo al orden sobrenatural
cristiano, son de resultados espléndidos para el progreso de las ciencias y de la humanidad;
88 M. d'Esplugues, «Algo sobre controversia religiosa. Impresiones y reflexiones», ibidem, n. 9, pp.
513-518, cit. p. 517.
89 M. d'Esplugues, «Algo sobre controversia religiosa. El modernismo y las tendencias
modernistas», ibidem, año II, 1908, n. 14, pp. 65-70, cit. p. 67.
90 Ibidem, pp. 69-70.
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