miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

verdadera fe de la doctrina católica fundada en las Sagradas Escrituras y en
errores de interpretación de los conceptos de Dios, Jesucristo, alma y verdad, que
entroncan tanto con el modernismo religioso como con el luteranismo, con el
protestantismo liberal o, simplemente, con un planteamiento equívoco o herético o
descreído. Así que si por un lado señala una posición modernista del vasco en
cuestiones como la Resurrección, la verdad mutable como la vida, el origen y
evolución de los dogmas, la Revelación, la inmanencia, el pragmatístico rechazo
de la objetividad del conocimiento, la divinidad de Jesucristo, la libre exégesis y
la oposición al Símbolo, por el otro subraya una miríada de puntos que no
convienen tanto con el movimiento, sino con otras confesiones, filosofías
religiosas o concepciones opuestas al catolicismo tradicional:
i) es meramente hereje por su idea de la inmortalidad, de la bondad, de la Gloria
de Dios, del libre albedrío, del perdón, de la Salvación, de la Gracia, en su
interpretación del episodio de Maritornes y de Luzbel, por su desobediencia a los
preceptos, por negar el infierno eterno, al considerar que para obrar moralmente
no hace falta la fe, en negar que el hombre nace en pecado, que el estado de
virginidad o celibato sea más perfecto que el de matrimonio, que exista el alma
como sustancia distinta del cuerpo, en creer que no necesitamos de Dios para
explicar el mundo, al afirmar que la fe debe tener dudas, que la fe es querer que
Dios exista, que la fe es confianza, que la fe no es necesaria como adhesión a las
verdades, al negar la autoridad de la Iglesia, su infalibilidad, al poner la fe en
contra de la razón, al pensar por cuenta propia negando algo revelado por Dios,
en oponer el Evangelio y la Biblia, la ley y la Gracia, al no reconocer algunos
sacramentos;
ii) es agnóstico por su desprecio de la razón y por no considerar a Dios como
objeto de ciencia y a Cristo como personaje histórico;
iii) es injurioso, actitud condenada por la Iglesia, en su desprecio de la
Escolástica;
iv) es anticatólico y enemigo de la fe al creer que la Biblia es fuente de
contradicciones, que la fornicación no es pecado, que no hay castigo humano que
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