10.05.2013 Views

miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

un poco <strong>de</strong>spacio se caería en la cuenta <strong>de</strong> cuán preñada <strong>de</strong> contradicciones<br />

íntimas está la proposición esa <strong>de</strong> que nuestra voluntad <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> nosotros.<br />

Porque ¿qué es ese mi yo, <strong>de</strong>l que mi voluntad <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, fuera <strong>de</strong> la voluntad<br />

misma?<br />

Mas es el caso, sea <strong>de</strong> esto lo que fuere, que se estima por la gener<strong>al</strong>idad <strong>de</strong> las<br />

gentes que si es m<strong>al</strong>o un hombre lo es porque quiere serlo y que podría ser bueno,<br />

mientras que, por el contrario, si es tonto, lo es sin quererlo, y no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> él el<br />

<strong>de</strong>jarlo <strong>de</strong> ser. Claro está que hay muchos – cada vez más – que están convencidos<br />

<strong>de</strong> que el ser m<strong>al</strong>o es cosa que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> tan poco <strong>de</strong> la libre <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l<br />

individuo que lo sea, como el ser tonto, y no f<strong>al</strong>tan quienes sinceramente – y no<br />

por afán insano <strong>de</strong> apartarse <strong>de</strong>l común sentir, como suponen los ramplones <strong>de</strong><br />

espíritu endurecido – creen que <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser tonto <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> un esfuerzo <strong>de</strong> la<br />

voluntad, tanto como el <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser m<strong>al</strong>o. Pero no es <strong>de</strong> opiniones heterodoxas o<br />

paradójicas – en el sentido etimológico y primitivo <strong>de</strong> estos vocablos; sentido que<br />

no he <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir aquí por no acumular más incisos – <strong>de</strong> lo que hemos <strong>de</strong><br />

aprovecharnos ahora, sino <strong>de</strong> la opinión centr<strong>al</strong> u ortodoxa, la <strong>de</strong>l promedio. Y<br />

esta opinión estima que la m<strong>al</strong>dad, la perversión <strong>de</strong> la voluntad es una cosa<br />

imputable mor<strong>al</strong>mente <strong>al</strong> hombre, y que no lo es la tontería, la <strong>de</strong>ficiencia<br />

intelectiva. No siendo en ciertos casos en que la tontería sea consecuencia <strong>de</strong><br />

<strong>al</strong>gún <strong>de</strong>fecto mor<strong>al</strong>. La tontería, lo mismo que la locura, se estima que es una<br />

<strong>de</strong>sgracia, aunque no f<strong>al</strong>ten personas que supongan que es la locura en muchos<br />

casos un castigo provi<strong>de</strong>nci<strong>al</strong>. He conocido un sujeto que hablaba <strong>de</strong> Nietzsche sin<br />

conocerlo más que por referencias y por fragmentos – lo cu<strong>al</strong> equiv<strong>al</strong>e a no<br />

conocerlo o a conocerlo m<strong>al</strong> – que sostenía haber sido un castigo <strong>de</strong> Dios la<br />

imbecilidad en que murió el pobre y atormentado soñador.<br />

Quedamos, pues, en que en teoría y como cuestión <strong>de</strong> doctrina, lo ordinario<br />

entre los hombres ordinarios es suponer que la m<strong>al</strong>dad es <strong>al</strong>go imputable y la<br />

tontería una <strong>de</strong>sgracia. Pero cuando se llega a la práctica, las cosas varían por<br />

completo, y esos mismos hombres ordinarios que ordinariamente profesan esa<br />

doctrina, se sienten más ofendidos cuando se pone en duda o se niega sus<br />

excelencias intelectivas, que no cuando se pone en duda o se niega sus excelencias<br />

mor<strong>al</strong>es. Al que les llame pillos, can<strong>al</strong>las o bandidos le llevarán a los tribun<strong>al</strong>es o<br />

le pegarán acaso, pero le perdonarán antes que a aquel que les dé a enten<strong>de</strong>r que<br />

aprecia en poco su inteligencia. Esto no lo soportan, y <strong>de</strong> aquí proce<strong>de</strong>n sus ciegas<br />

524

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!