miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

a pesar de su inclinación eremítica, se unen en conventos o monasterios, los
jesuitas acabarán por favorecer el triunfo en el mundo occidental no del
individualismo puro, sino de la civilización asiática, de la civilización comunista y
del budismo tibetano 27 . Pero, contesta Buonaiuti, si el cristianismo se compendia
todo en los coeficientes agónicos, pero estrictamente individualistas, en que el
vasco lo ha descompuesto, “anche i monaci tibetani, comunque travestiti, possono
avervi diritto di cittadinanza” 28 .
De aquí propone Buonaiuti su segunda objeción al trabajo ensayístico sobre el
cristianismo de don Miguel. Si el problema de la salvación del alma está afrontado
por los jesuitas como si fuera un negocio, afirma Unamuno al principio de su
obra, lo mismo puede decirse del pensador vasco que, de modo diferente a
Buonaiuti y a los demás modernistas religiosos, siempre abarcó la cuestión de la
ética como un precepto normativo con vista al premio final, es decir, no como
justificación de los pecados, sino como liberación de la muerte en sentido
escatológico, y, en esto, es
“vittima dell'accettazione preliminare del postulato gesuitico che il fine del cristianesimo sia per
intero nella sistemazione economica di un affare strettamente personale, quello della propria
salvezza” 29 .
En el citado pasaje, el sacerdote italiano se refiere al punto de partida de La
agonía del cristianismo, a saber:
“El cristianismo es un valor del espíritu universal que tiene sus raíces en lo más íntimo de la
individualidad humana. Los jesuítas (sic) dicen que con él se trata de resolver el negocio de
nuestra propia salvación individual y personal, y aunque sean los jesuítas (sic) quienes
principalmente lo digan, tratándolo como un problema de economía a lo divino, hemos de
aceptarlo aquí como un postulado previo” 30 .
Todo lo que lleva al hombre al conocimiento sustancial de las cosas, sostiene
Unamuno en la Vida de Don Quijote y Sancho, no es exactamente el miedo por la
muerte, “sino algo peor, una sensación de anonadamiento, una suprema
27 Ibidem, p. 519-520 y 538.
28 «L'agonia del cristianesimo», infra, p. 463.
29 Ibidem.
30 AC, OCV, XVI, p. 461.
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