miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

pragmatismo unamuniano en el capítulo siguiente; aquí sólo interesa constatar que
el fondo pragmático del pensamiento del vasco es para Oromí su principal punto
de contacto con el movimiento. Y las naturales consecuencias al pragmatismo son
una visión relativista de la realidad, el inmanentismo vital, el individualismo, y el
carácter dubitativo y cordial de la fe. La concepción de la cardíaca – que para
Unamuno se opone a la lógica, que le lleva a afirmar que la fe no es creer, sino
crear aquello en lo que creer, y que se asemeja en algunos aspectos a la búsqueda
modernista de la idea de Dios a través del sentimiento – no es tan individualista
como parece y como lo fue para William James. Al no ser éste el lugar para
desentrañar todos los matices que adquiere el inmanentismo en los distintos
modernistas religiosos, hay que arrancar de la censura del Pontífice – y pedimos
disculpas por aceptar implícitamente aquel planteamiento que atribuye a todos los
miembros del movimiento el mismo modo de pensar – sólo para delinear una
tanto genérica como parcial definición del concepto. La inmanencia vital resulta
ser en la Pascendi una reacción a lo “Inconocible – o Incognoscible, como
escriben los pedantes –” 16 para la razón que pone el punto de partida de todo
fenómeno religioso en un movimiento del corazón y así se expresa el Papa a este
respecto:
“Por lo cual, como quiera que el objeto de la religión es Dios, hay que concluir absolutamente que
la fe, principio y fundamento de toda religión, debe colocarse en cierto sentimiento íntimo que
nace de la indigencia de lo divino […] Efectivamente, en tal sentimiento, no hallan los modernistas
solamente la fe, sino con la fe y en la fe misma, tal como ellos la entienden, afirman que tiene
lugar la revelación... ” 17 .
La inmanencia vital es un sentimiento íntimo, un sentimiento religioso
individual, que responde a la voluntad de Tyrrell de conciliar la conciencia
individual con la vida religiosa comunitaria del catolicismo.
De hecho, el Rector de Salamanca, en oposición al intelectualismo de su etapa
positivista, acepta las teorías voluntarísticas de Nietzsche y Schopenhauer
adaptándolas a sus ideas y, para explicitar que la necesidad da origen al
conocimiento, convierte el antiguo aforismo “nihil volitum quin praecognitum” en
“nihil cogititum quin praevolitum” 18 . Sin embargo, algunos años antes,
16 «Mi religión», OCV, XVI, pp. 118-119.
17 DH:3477-3478.
18 STV, OCV, XVI, p. 241.
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