miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

“se puede considerar con toda objetividad que la crisis modernista [en España] no tuvo la misma
resonancia que en Francia o en Alemania” 87 ;
la segunda consiste en la otra cara de la moneda:
“Si no existe verdaderamente un modernismo docto dentro de la jerarquía y de las instituciones
docentes de la Iglesia española, no se puede negar que sí existe un modernismo más amplio, que es
un fenómeno de época, una actitud enteramente nueva del hombre frente a sí mismo, al mundo y a
Dios, y que, como tal, tiene implicaciones teológicas” 88 .
El crítico dota a la primera reflexión de Jiménez de un fundamento filosófico,
en menoscabo del contexto histórico, que sigue un proceso tan ordenado como
opinable. Primero trata el krausismo como premodernismo español, haciendo
proceder de la corriente poskantiana aquella intersección entre trascendencia e
inmanencia. Luego señala una actitud común a ambos modernismos, determinada
por una semejante crisis espiritual y por un cambio socio-cultural del que
surgieron valores heterodoxos, cuyos mayores exponentes serían, a su juicio,
Miguel de Unamuno y Juan Ramón Jiménez. Para confirmar sus teorías, no le
queda más que vincular el modernismo y otros sistemas de pensamiento a la
modernidad, ya que el modernismo no se puede reducir ni a un estilo artístico ni a
un sistema elaborado de teología. La búsqueda de una fe que procede del hombre,
la atención que supone la fe hacia el propio “yo”, el panenteísmo del “Todo en
Dios” a prolongación del pensamiento krausista, y la conciencia de una vida que
se explica sólo a través de la religión, es el hilo conductor que une el fermento
artístico y el teológico.
Aunque de forma mucho más sintética, Abellán sigue, en su apartado de la
Historia crítica del pensamiento español consagrado a «La crisis de “fin de
siglo”», el mismo procedimiento de Azam. La diferencia entre los textos, además
de la mayor solidez de la teoría de Azam contra las superficiales semejanzas entre
los dos movimientos evidenciadas por Abellán, es que éste iniste más sobre la
idea de un modernismo entendido en sentido más amplio; de ahí la legitimidad de
la contribución española a la causa, mientras que aquél insiste más sobre la
87 Ibidem, p. 46.
88 Ibidem.
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