miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

donde aparecen sacerdotes con fe problemática o a la busca de una verdadera
religiosidad, pueden mencionarse La fe (1892) de Armando Palacio Valdés y
Beyond Human Might (I, 1883; II, 1895) de Björnstjerne Björnson. En este último
caso, será preciso recordar las palabras del mismo Unamuno:
“Yo cada día siento más repugnancia hacia el espíritu francés. Su literatura me apesta. ¡Björnson
les ha dicho ahora unas cuantas verdades!” 34 .
Tampoco hay que olvidar el testimonio directo del mismo Unamuno, cuando
confiesa a su amigo Candamo la honda impresión que le produjo la trama de la
crisis religosa de un pastor protestante narrada en Robert Elsmere (1888) de Mrs.
Humphry Ward:
“Recibí esta mañana mis poesías cuando acababa de leer Robert Elsmere, novela inglesa de Mrs.
Humphry Ward, que me ha producido muy honda impresión. Nárrase en ella, con algo de difusión,
la íntima crisis religiosa de un pastor protestante que deja de creer en la Iglesia establecida, y se
encuentra en disidencia con su mujer, una austera puritana” 35 .
Más problemática es, por el contrario, una eventual aproximación entre la
breve novela unamuniana y Jean Barois de Roger Martin du Gard – publicada en
1913 pero empezada en 1910 – en cuanto el sacerdote suizo Hermann Schertz,
con el que se topa el protagonista, el joven estudiante francés que da el título al
texto, admite haber padecido un angustioso período de dudas de fe, pero pudo
superar el conflicto entre una religión sentimental y una dogmática sin abandonar
la Iglesia, es decir, a la manera modernista.
Además, cabe señalar que John Falconieri y Antonio Sánchez Barbudo señalan
dos personajes reales que pudieron haber inspirado a Unamuno para la creación de
su don Manuel: el primero indica al sacerdote y poeta catalán Jacinto Verdaguer;
el segundo al sacerdote y poeta bilbaíno Francisco Iturribarría 36 . A éstos puede
agregarse un tercero, que podría ser uno de los frailes dominicos de San Esteban
34 «Carta a Ilundain», octubre de 1901, en H. Benítez, El drama religioso de Miguel de Unamuno,
Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires, 1949, p. 337.
35 «Carta a Candamo», mediados de octubre de 1900, en Unamuno y Candamo. Amistad y
epistolario (1899-1936), edición de J. A. Blázquez González, Madrid, Ediciones 98, 2007, p. 303.
36 Cfr. J. V. Falconieri, «The sources of Unamuno's San Manuel Bueno, mártir», en Romance
Notes, año 1963, n. 1, pp. 18-22; A. Sánchez Barbudo, cit., pp. 228-229. Cabe recordar que
Unamuno dedicó un artículo a Francisco Iturribarría: «Francisco de Iturribarría. Recuerdos de
entrañabilidad y de silencio», 1919, en Hermes de Bilbao pp. 99-105. Hoy en OCV, X, pp. 635-
639; OCE, VIII, pp. 563-565; OCA, I, pp. 816-819.
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