miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

superada: “la disperazione è solo una fase della vita religiosa” 66 . Boine, como todo
modernista religioso, no puede aceptar que la búsqueda de Dios, por efecto de la
desesperación religiosa unamuniana, esté deconstructiva y apriorísticamente
destinada al fracaso. De hecho, el Rector de Salamanca jamás llegará a esa
armonía íntima y perfecta entre ciencia y fe que planteaban los modernistas
religiosos según Paul Sabatier:
“Leur caractéristique est au contraire d'être arrivés à une harmonie intime parfaite. Leur science
illumine leur foi, et si elle la leur rend moins mystérieuse, elle leur en montre mieux les racines et
la solidité” 67 .
Ciencia y fe no se contradicen en la especulación filosófico-religiosa
modernista, en cuanto la una siempre permanece separada de la otra y, de forma
diferente a lo que ocurre con el pensamiento de Unamuno, el movimiento
modernista de Loisy, Tyrrell y Buonaiuti se preocupa de eliminar todo tipo de
contraste entre las verdades de ciencia y las de fe al tratar de demostrar su
recíproca compatibilidad. Se trata exactamente de una actitud contraria a la del
Rector de Salamanca ya que tanto una verdad racional como cordial aplaca el
hambre de conocimiento del hombre.
Sin lugar a dudas, «Della disperzione religiosa moderna» constituye una
prueba más del interés, atención y simpatía del Rector de Salamanca por el
modernismo religioso y confirma su instinto precursor por abarcar una
problemática que pretendía entrar en territorio español. Además de ello, no hay
ningún indicio que pueda convencernos de que se trate de un escrito de carácter
modernista en cuanto no se funda ni en una intención conciliadora ni constructiva,
sino en sus exactos contrarios. De esa forma, difícilmente hubiera podido
realizarse el propósito modernista de renovación eclesiástica.
Para concluir este párrafo y comprender el sustancial desacuerdo de Unamuno
con quienes querían plantear la posibilidad de apoyarse en la ciencia para
modificar el dogma – y, por consiguiente, apaciguar la desesperación religiosa
unamuniana –, citaré un último y famoso pasaje de la obra del vasco que, a mi
modo de interpretar, excluye toda posibilidad de adherencia con la mentalidad
cristiano-modernista. En la Vida de Don Quijote y Sancho cuenta que un galeote
66 G. Boine, «Carta a Unamuno», 22 de abril de 1907, infra, p. 510.
67 P. Sabatier, Les modernistes, Paris, Fischbacher, 1909, p. XXXV.
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