miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

Cánovas y Sagasta vino a faltar a raíz del desastre, y una común postura
reformista y de protesta frente a la nueva realidad nacional se difundió
prontamente entre esos jóvenes, a los que se les pegó la etiqueta de
noventayochistas por una común visión de decaimiento social y espiritual como
se observa en las palabras de Laín Entralgo. Después de ello, es díficil establecer
las líneas de demarcación entre modernismo y Generación del '98, y hubo quien,
como Federico de Onís, entendió el modernismo como la conciencia española de
una crisis común que se desarrolló en distintos sectores de la vida:
“el Modernismo [...] es la forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu, que ini-
cia hacia 1885 y llega hasta la disolución del siglo XIX y que se había de manifestar en el arte, la
ciencia, la religión, la política y gradualmente en los demás aspectos de la vida entera, con todos
los caracteres, por lo tanto, de un hondo cambio histórico cuyo proceso continúa hoy” 17 .
Lo que no significa que la religión, la ciencia, el arte y la política trataran los
mismos temas, que se comprometieran en los mismos campos y que llegaran a las
mismas conclusiones. Los antigeneracionistas, por ejemplo, insisten en la
peculiaridad de cada autor y en la autonomía de la literatura, esencialmente para
derribar el significado de generación, de grupo instalado en el poder y de
agrupación sobre la base de una común descendencia. Por eso, para extender la
definición de modernismo a la Generación del '98, se remiten muy a menudo al
lenguaje como elemento unificador, creyendo borrar de esa forma diferencias y
jerarquías. Así, Gullón se queja del hecho de que, al discernir las diferencias entre
modernismo y Generación del '98, “La vocación provinciana de los españoles
pocas veces se declaró con tanta agresividad, como en este singular empeño de
separar lo nuestro de lo hispánico total, lo peninsular de lo universal” 18 ; y de
rebote Eduardo Mateo Gambarte declara:
“El concepto generación es intrínsicamente perverso porque cierra la literatura a las fronteras de lo
nacional, de lo regional, de lo local. Impermeabiliza de tal forma que ni siquiera permite hablar ya
de una literatura en lengua castellana (algunos siguen olvidando que en esa lengua escriben algu-
nos millones más que los residentes en España y que España es algo más que Castilla)” 19 .
17 F. de Onís, «Introducción», en Antología de la poesía española e hispanoamericana, cit., p. XV.
18 R. Gullón, «La invención del 98», cit., p. 7.
19 E. M. Gambarte, cit., p. 24.
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