miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

de González Caminero es tan contundente. A veces aparece más suavizado, y en
su labor crítica – en los dos textos citados, en el artículo «¿Qué es Unamuno?
Evolución de la crítica en torno a su actitud religiosa» publicado en el n. 145 de
Razón y fe de 1952 y en otro escrito publicado en 1968 en el II volumen de
L'ateismo contemporaneo – no falta un serio acercamiento al pensamiento
unamuniano, ni un previo conocimiento de su obra, ni una hermenéutica
coherente y fiable, pero su rotunda denuncia, tal vez pronunciada con excesivo
rencor, perjudica todo su esfuerzo investigador ya que contribuyó como nadie a
difundir la plausibilidad de la censura, conviertiéndose en uno de los mayores
responsables de una medida que atenta la libertad de pensamiento.
No se agotan, por cierto, aquí las interpretaciones del pensamiento religioso
unamuniano, ni obedecen siempre a un mismo criterio a través del cual pueden
matemáticamente repartirse por conjuntos con límites de demarcación tan
rotundos. Merece la pena seguir señalando algunos textos que más o menos se
acercan a las opiniones definitivas y tempranas de los distintos estudios que se
acaban de citar. A este respecto será preciso destacar que la exégesis crítica sobre
las meditaciones trascendentales del autor es una telaraña inextricable, de la que
sólo asoma la plausibilidad de cualquier tipo de planteamiento. Con toda
probabilidad, tendría satisfacción el Rector de Salamanca si le llegara la voz, si
supiera que su afán de originalidad ha tenido y sigue teniendo éxito por lo que
hizo hablar a innumerables especialistas, pedantes y académicos diría él, sin llegar
a sacar una conclusión que sea perentoria o un acorde rotundo.
Unamuno católico
Sigue las huellas de Julián Marías, pero con algunas diferencias, Hernán
Benítez. En su texto El drama religioso de Miguel de Unamuno, de 1949 y en el
artículo «Nuevo palíque unamuniano» publicado por la Revista de la Universidad
de Buenos Aires (RUBA) en 1950, distingue tres etapas de Unamuno: la primera
cuando “pensaba y creía católicamente” 47 ; una segunda protestante que dura diez
47 H. Benítez, El drama religioso de Miguel de Unamuno, Buenos Aires, Universidad de Buenos
Aires, 1949, p. 150.
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