TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

guapo. En el “Atenea” sólo estuve tres meses. Era un cliente. Dejé mi piso
y me fui a vivir con él. Todo muy rápido, sin pensar. Era marinero y estaba
en la ciudad muy poco tiempo. Estuvimos juntos tres años y medio. Él no
quería que yo trabajase fuera. -Tú te quedas en casa, decía siempre. Yo
estaba loca por ese hombre. Hasta me hice un tatuaje en la pierna con su
nombre. Todo fue bien mientras él trabajaba en el mar. Tenía mareas de
ochenta días. Iba al Gran Sol, a la pesca del tiburón, no sé muy bien a
dónde. Yo sufría muchísimo. Cuando dejó la mar todo cambió, y yo tuve
un poco de culpa. Si me hubiera controlado un poco, tal vez hasta hoy
estaría con él. Empezaron las peleas. Cobró el paro unos meses. Luego, me
lo echó todo en cara. Se tornó violento. Yo tuve un poco de culpa, lo sé. Él
no paraba en casa, se iba y me dejaba sola. Trabajó durante una temporada
de portero en una discoteca, cobrando el paro. Intenté encontrar trabajo y
no encontré. Luego, él montó una sociedad y se marchó para las Azores.
Me pidió que me marchase con él. Me deshice de todas mis pertenencias,
vendí algunas cosas y otras las regalé. Cogí mis dos gatos y me fui para las
Azores.
Las Azores y el regreso a Brasil
Viajé en tren de Coruña a Lisboa. Un viaje jodido, fueron catorce horas. Lo
que una hace por amor… En Lisboa cogí un avión para Las Azores.
Cuando llegué me gustó mucho. Vi que todo era verdad. Un restaurante
muy bonito. Me encantó la isla de San Miguel. La primera semana
excelente. Después, ya empezamos a pelear todo de nuevo. Un infierno.
Una pasada. Hasta que entonces… yo tenía un dinero guardado y decidí
sacarme unas vacaciones para reflexionar. Compré el billete para Sâo Paulo
de un día para otro. Después de cinco años volvía para mi país. Cuando nos
despedimos, él lloró y todo.
Había llegado a San Miguel en diciembre, y en enero de 2004 me marché
para Brasil. Al llegar al aeropuerto en Sâo Paulo me parecía todo raro.
Estaba contenta, pero al mismo tiempo me empecé a agobiar. Nadie me
vino a recoger al aeropuerto. Cogí un taxi y me fui a casa de mi madre.
Cuando llegué a casa no me gustó nada cómo me recibieron. Para mí era un
momento muy especial. Mi madre estaba con un amigo. Nada fue como yo
esperaba… Sentí una decepción muy grande. Después de la relación tan
intensa que había tenido con Paco, estaba muy descontrolada
psicológicamente. Mi madre no quería que fuese a visitar a mi padre. Y
discutimos muy feo a causa de eso.
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