TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

Las veces que regresé a Minas ya fui sólo de travesti. Pero, no tuve
problemas. Fueron mis primos quienes se enteraron de que yo me
prostituía.
Cuando trabajaba en la calle me colocaba siempre sola. Aunque, a veces
también compartía el punto con algunas chicas. Nunca tuve problemas de
peleas ni esas cosas.
Cuando comencé a chatear conocí a un hombre, que me pagaba ciento
cincuenta reales por estar conmigo. Era un cliente, pero hicimos amistad.
Fue a él a quien le comenté mi deseo de venir a Europa. Todas las travestis
quieren viajar a Europa, claro. En Europa trabajando seis meses ya tienes
una casa. Sin embargo, si quieres ganar dinero para comprar una casa
trabajando en Brasil tienes que tirarte seis o siete años.
Paulo era un buen amigo. Me ofreció su ayuda para viajar. Pero, tenía que
esperar un tiempo, y yo como quería venir rápido conocí a una travesti
cafetina, que fue quien al final me trajo.
El viaje
Pregunté cuánto costaba. Seis mil euros. - ¡Por Dios, seis mil euros es
mucho dinero! La cafetina me dijo: - Allá tú vas a ganar mucho dinero, en
dos meses pagas todo. Se lo comenté a mi amiga y le pedí consejo. Ella me
dijo que era yo quien decidía.
En una semana me trajeron quinientos euros y una carta de invitación, con
una reserva de hotel en París. La cafetina me dijo: - Cuando te pregunten,
tienes que decir que vas al encuentro de tu novio y que vas a estar con él
sólo por un mes. Y no te pongas nerviosa. Si te pones nerviosa se van a dar
cuenta de que les estás mintiendo.
Cuando iba en el avión me cubrí las tetas con la chaqueta, y fui con
pantalón, bastante discreta. En Amsterdam la policía me preguntó qué iba a
hacer en Europa. No se enteraban de nada. Yo tampoco. Ellos no hablaban
portugués. Yo no hablo inglés. Al final me sellaron el pasaporte y pasé. Ni
yo me lo podía creer.
De Amsterdam fui para París. En París dormí una noche en un hotel, donde
tenía la reserva. Al día siguiente, continué mi viaje. Rumbo a Madrid. En
Barajas ya me estaba esperando el novio de la cafetina. Me preguntó qué tal
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