TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

Pero, él fue ambicioso y quiso montar más negocios, y ya uno no da abasto
para gestionar todo y este piso de Coruña nos está yendo muy mal. No sé si
es el piso, que está mal situado, que hay portera, o qué. Igual es que aquí lo
que funciona es otra cosa. Me he enterado de que hay unos hoteles donde
van los ejecutivos y ya saben que van allí y llaman a las chicas para que
vayan a la habitación. Es más discreto, porque a cualquiera esto le da corte
y a veces si ven a la portera, puede que no entren. Se ha notado un bajón
desde el verano, en agosto se trabajó bien, pero ya no se trabaja. Yo creo
que un piso situado en un sitio pijo, como éste, no funciona, porque les da
corte. Prefieren que la chica vaya al hotel. Ya llevamos varios días sin
hacer nada. Carla, la travesti del piso, no ha hecho nada en esta semana, y
ellas trabajan muy bien normalmente. Voy a tener que dejar este piso.
Yo ya no hago pases, salvo excepcionalmente cuando estoy mal de dinero y
no se gana bien con los pisos. No, yo ya no abro mis piernitas para
cualquiera, a menos que tenga realmente necesidad. El otro día, por
ejemplo, vino el chico que me vende las sábanas y el papel y le pagué con
el dinero del piso. Mi socio luego me pide cuentas y yo no tenía manera de
reponer ese dinero. Vino un cliente por la noche, no estaban las niñas y
entré yo en la habitación. Lo que pasa es que yo no sirvo para esto, no
tengo paciencia, a mi me da igual que el cliente vuelva o no. Que te diga
Carla lo que tardé en salir de la habitación. Yo ya tengo una técnica para
que se corran rápido y ya. Así conseguí los treinta euros para reemplazar el
dinero que había cogido de la caja. Yo ya estar haciendo pases no quiero,
les digo a las niñas: trabajen ustedes para mí, que yo no quiero. Sólo lo
hago cuando estoy necesitada de dinero. Ahora, por ejemplo, desde mayo,
como está muy mal el negocio, tuve que ir a hacer unas plazas a Portugal y
Alemania. Pero si no necesito el dinero no lo hago. Yo no tengo que
mandar dinero a mi casa, pues mi mamá no tiene que pagar arriendo, tiene
la pensión que le dejó mi papá; a mis niños no les falta de nada; mi
hermano es el padrino de la niña. Yo no tengo que mandar allá plata. No es
como estas niñas que vienen y tienen que mandar allá dinero para todo,
para el arriendo, para la comida de la familia, etc. Yo ya pagué toda esa
deuda que tenía y la hipoteca de mi casa, sólo me queda por pagar un
millón de pesos (cien mil pesetas), que no es nada. Yo prefiero estar
tranquila, aunque gane menos dinero.
Nunca me gustó el trabajo en clubes. Yo ya empecé en pisos y en un club
sólo estuve unos meses. En un club se hace más dinero porque puedes
cobrar por copas, por bailar y hacer “streaptease”, por los pases. Yo si
estuviera muy necesitada económicamente pues no me quedaría más
remedio que ir a trabajar a un club, ahora que esto está tan mal. Lo que
pasa es que en los clubes van más clientes. Ahora está mal no sólo porque
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