TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

La piel estaba cosida y colgada en un árbol con un gancho. Dentro había
sangre y un montón de inmundicia, también había varias cosas mías, hasta
unas calcinhas. Aquella mujer pretendía que yo me quedase ciega para así
ella poder quedarse con Fabio. Fue el curandero quien descolgó aquello.
Brujería pesada. El mismo curandero llamó a la chica y ella le confesó todo.
Si no confesaba, el trabajo podría volverse contra ella.
El fazendeiro
Después, conocí a otra persona. Estuvimos juntos un año. Era un hombre
de cincuenta y tres años, se llamaba Aurelio y era fazendeiro, con
muchísimo dinero. Me ayudó mucho. Yo entonces tenía veinte años.
Nos conocimos a través de una amiga, un día que fuimos a un churrasco en
una de sus fincas. Aurelio me respetaba. Me comenzó a dar dinero. Yo no
estaba namorada, estaba con él por interés.
Un día intenté matarlo. Yo estaba paseando con él y una chica pasó, lo
cogió y le tiró del cabello. Le gritaba hijo de puta y me decía que quién era
yo. Aquella mujer también quiso agredirme. Era una novia suya. Entonces,
yo le cogí una pistola que tenía guardada en la furgoneta y le apunté a ella.
Le dije: - Atrévete ahora, hija de puta. Y después también le apunté a él.
Estaba tan nerviosa que ni me di cuenta de que tenía al lado el puesto de
policía. Y vino la policía y nos llevaron a todos para la comisaría. Me
detuvieron durante tres días. A Aurelio lo tuvieron allí quince días. Le
acusaron de tenencia ilícita de armas, porque no tenía licencia para la
pistola.
Seguí un tiempo con él. Después fue cuando conocí a la señora Tina. Su
hija era amiga mía, crecimos juntas. Cuando ellas se mudaron cerca de la
casa de mi hermana, y éramos vecinas, fue cuando mantuvimos más
contacto. Luego Tina se marchó para Mato Grosso y me invitó a pasar unos
días con ella. Fui a Mato Grosso. Allí conocí a una chica que trabajaba en
un club en la ciudad de Tangará da Serra.
La prostitución
Isabella me dijo que ella estudiaba y trabajaba en la prostitución, que sólo
trabajaba tres o cuatro horas, y que sus padres no sabían nada. Me dijo que
yo era muy guapa, y que podía probar porque se ganaba mucho dinero.
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