TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

En esa época mi madre se quedó embarazada. A causa de esto, todo
mejoró. Fue como si ella se volviese más sensible. Luego nació mi
hermana Bianca…
Perdí mi virginidad con diecisiete años. Y me quedé directamente
embarazada. Mi madre, aunque no aceptaba a Roberto, al ocurrir esto, lo
llamó y entonces nos dijo que nos iba a ayudar para que pudiésemos vivir
juntos. Así, nos fuimos a vivir a un piso de alquiler. El primer mes mi
madre nos dio el dinero, y después ya fue Roberto porque él comenzó a
trabajar de camarero. En aquella época ya no se drogaba.
Mi vida con Roberto
Vivimos juntos durante cinco meses. A los tres meses tuvimos una
discusión porque él salía de casa a las doce y no regresaba hasta las diez de
la noche. Y un día no volvió a casa hasta el sábado por la noche.
Roberto era cantante de rap. Hacía la letra de algunas canciones y los fines
de semana se iba a tocar con el grupo. Pero, siempre me avisaba, y aquella
vez él no me dijo nada. Yo fui a preguntar a casa de mi madre y nadie sabía
nada; llamé a su celular y tampoco contestaba. Cuando regresó no vino a
hablar conmigo y se fue directamente al trabajo. Y cuando llegó del trabajo
fue cuando nos peleamos. Yo tengo asma y me pongo muy nerviosa, y
aquel día sufrí un ataque, me desmayé y me tuvieron que llevar al hospital.
Permanecí en el hospital tres días y perdí al bebé.
A consecuencia de eso comencé a tener depresión y a llorar todo el día.
Roberto y yo seguíamos viviendo juntos, pero era todo apariencia. Yo sólo
lloraba y recordaba todo lo que había ocurrido. Al ver esta situación, mi
familia me aconsejó que me separara.
Volví a casa de mi madre. Me quedaba en casa y no hacía nada. Él vino un
día y me dijo que se iba a matar. Mi suegra me llamó y me pidió por favor
que volviese, que Roberto tenía un revólver y que se iba a matar. Entonces,
le dije a mi suegra que del mismo modo que había matado a nuestro hijo,
que podía matarse. Pero, era un cobarde y no hizo nada.
Como la situación estaba empeorando…, yo lo culpaba a él, y él no lo
aceptaba…, entonces, tomé la decisión de viajar. Me marché a Fortaleza, a
casa de mi abuela. Me quedé allí tres meses. Para mí fueron unos días
maravillosos. Me olvidé de todos los problemas y fue como una curación.
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