TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

en el “Clangor” y eso dificultaba mi trabajo. Le pedí a Dios que iluminase
mi camino para poder encontrar un buen sitio de trabajo.
Al cabo de dos semanas, vino una tarde Jacqueline, la peluquera brasilera,
para arreglar el cabello de las chicas. Ella fue quien me comentó que en
Lugo había un piso donde la gente trabajaba muy bien, y que la dueña
estaba necesitando de dos chicas brasileras. Era el piso de Romelina.
El piso de Romelina
Yo nunca había trabajado en un piso. Bueno, el esquema era el mismo que
en la casa de citas de Brasil donde trabajé. Así que hice las maletas y me
vine para Lugo. Un amigo de Manolo fue quien me trajo.
En el piso de Romelina estuve trabajando durante un mes. Trabajé muy
bien. El primer día ya me hice ocho pases. Ahí ya me puse bien contenta.
Lo que pasa es que la Romelina te cobra por todo. Los pases allí eran de
veinte minutos treinta euros; media hora cuarenta y cinco euros; una hora
noventa euros; y los servicios especiales como la lluvia dorada y el sado a
partir de sesenta euros.
Cuando tú llegas al piso de Romelina trabajas bien. Después, ella ya
empieza a boicotearte, que si la chica está enferma, que si está menstruada,
etc. En ese piso fue donde conocí a Fernanda. Comenzamos a dormir en la
misma habitación y empezamos a hacer amistad. Ella no trabajaba nada,
porque en aquella época Fernanda era muy gorda y, claro, en este negocio
los clientes prefieren a las chicas guapas y delgadas.
Estuve trabajando en el piso de Romelina un mes. Decidí marcharme
porque me sentía cansada. Romelina no quería que me fuese porque yo era
una de las chicas que más trabajaba en el piso.
Un día, aún estaba en el piso, vino un chico de Fonsagrada. Se llamaba
Luis. Yo no tenía ganas de hacer el pase y me presenté con pijama, con los
cabellos como una loca para que no me escogiese. Pero, me escogió a mí.
Me pagó una hora y media. Tenía un aspecto extraño y traía sus propios
condones. Creo que tal vez tuviese sida. Me dijo que tenía un problema en
la piel, la tenía enrojecida y como escamada. Vivía en Marruecos y era
traficante de droga.
Un día de domingo que decidí hacer folga me fui con Luis para Santiago.
Visitamos la Catedral, después fuimos a comer y a la playa. También me
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