TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

siempre hay que andar de taxi, y no me parece justo. No, las brasileras que
hay en el “Momo” son de pâu pelado. No quiero saber nada. La última noche
que estuve allí sólo me hice dos pases y briguéi con un cliente porque me
quería comer sin goma. Estábamos en la habitación, yo ya estaba deitada en
la cama, él se pensaba que yo estaba borracha y se quitó la goma. Entonces,
me levanté y le dije: - Espera sólo un minutinho - Vale, cariño -Bien, vamos
a follar, pero con goma. Como no quería, y me decía que con goma no
follaba, salí xingando de la habitación. No tengo paciencia con estos
hombres, estoy cansada… Se quedó allí solo en la habitación como un
idiota. Le dije: - Chao. Ese club está queimado, todos los hombres quieren
sin goma. La dueña me pidió que me quedase, que siguiese trabajando,
pero le dije que no. Cogí un taxi y me fui a casa.
Al final, fui otra vez al “Erótica”. Allí quentéi o cú. Había muchas mujeres,
unas veintisiete: brasileras, rumanas, uruguayas, africanas, colombianas,
etc. Allí hay una africana que me tiene rabia, cuando voy a coger una silla
para sentarme viene ella corriendo a quitármela. Me da igual. Si se pasa le
doy unos tapas en la cara. El trabajo está bien. Sigo yendo al club de vez en
cuando, si me apetece. Allí me hago dos, tres, cuatro pases todos los días y
también copas. Pero, me da miedo la policía. El otro día vinieron tres a
tomar unas copas.
“Garotas Playboy”
Lo malo de los pisos es que aquí en Lugo cobran veinte euros. Y en los
pisos trabajan sobre todo los travestis. Cuando los clientes llegan al piso y
el travesti está ocupado, esperan por él, esperan para levar no rabo. La mitad
de los españoles que van a los pisos son veados.
Yo sólo he trabajado en un piso, en la calle Armando Durán, cerca de los
Juzgados. Trabajé allí un mes. No fue mal, fue más o menos. Yo era la
única rubia del piso. Éramos tres chicas y un travesti. La dueña del piso es
una brasilera, Carolina, “la abuelita cachondita”. Ella tiene cincuenta y
cuatro años, creo. De pau pelado para cima vai tudo. Ella chupa sin goma… Yo
si tuviera setenta u ochenta años, ya cerca de morirme, también lo haría sin
goma…
El sistema en el piso es diferente. Llegan los clientes, escogen a las mujeres
y vas a la habitación. De cada pase la dueña se quedaba casi con la mitad.
Me parecía un abuso. Por eso me marché, y también porque el piso era muy
frío. Allí el que más trabajaba era el travesti. Tenía un anuncio en el
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