TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

Trabajando en Portugal
En aquel anuncio decía que se buscaban chicas para trabajar en un piso
privado… Llamamos al número de teléfono, y al día siguiente fuimos hasta
allí. A mi ex marido le dije que íbamos a buscar trabajo.
En el piso se cobraba más de la mitad por estar allí trabajando. Entonces,
no quisimos quedarnos y buscamos otro sitio. Fuimos a un club que estaba
a ocho horas de Lisboa. En el club se daba hospedaje. Llamamos a Everton
y le dijimos que habíamos encontrado trabajo en un restaurante.
Cuando llegamos al club, nos dimos cuenta de que aquel lugar era un lixo.
Lenda sólo trabajó dos días. En el club conocimos a un brasilero y ella se
fue a vivir con él. Yo me quedé trabajando. Al cabo de una semana, mi
amiga quería marcharse de allí y yo no. Yo no quería irme porque el dueño
del hotel donde dormía me estaba ayudando. Él era casado. Entonces, el
brasilero le dio dinero a Lenda y yo llamé a otra amiga que trabajaba en un
club de una brasilera de mi ciudad. Le dije que le iba a mandar a la chica
que había venido conmigo de España. Ellas estuvieron de acuerdo.
Entonces, Lenda se marchó sola. Después de quince días, me contó que
estaba trabajando muy bien en aquel club. Y por eso decidí marcharme
también para allí.
Nos quedamos en ese club dos meses. Después, cambiamos de club. Era un
club de la misma dueña. Lenda estaba liada con un portugués y la madre
del chico estaba causando problemas… Al segundo día que estábamos en el
otro club yo conocí a un chico. Tres días después me fui a vivir con él y ya
dejé de trabajar. Mi amiga se fue para otro club y nosotras seguíamos en
contacto por teléfono. Lenda y yo hablábamos todos los días. No
comentábamos la locura que habíamos cometido. En el club había chicas
bonitas que llevaban tres o hasta seis meses pagando billete.
Estuve viviendo en Braga con el portugués hasta finales de octubre de
2002. Luego, me cansé porque él me mentía mucho. Entonces, le dije que
quería regresar a Brasil para ver a mis hijos y él me dijo que compraría mi
billete y que después de dos semanas él también viajaría a mi país. Él tiene
un hijo con una brasilera, Cinthia. Yo la conocí. Vive cerca de mi ciudad.
El regreso a Brasil
En noviembre de 2002 viajé a Brasil. Manoel también viajó dos semanas
más tarde y se quedó en mi casa durante veinte días. A mi familia les
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