TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

FLAVIA
Infancia
Nací en Belem do Pará el 13 de mayo de 1981. Mi vida era buena, tenía de
todo. Si quería alguna cosa, mi madre me la daba. Su trabajo se lo permitía.
Vivíamos en la capital mi madre, mi padrastro, un hermano y una hermana.
A veces también vivían con nosotros mis primos, que eran del interior.
Con tres años tuve un accidente, casi me rompí la cabeza. Me acuerdo
como si fuese hoy. Me llevaron al hospital, pero de eso ya no me acuerdo.
Yo estaba jugando con otros niños y me caí. Después, a los ocho años
también tuve otro accidente.
Mi vida fue muy normal. Puedo decir que fui una niña muy feliz. Nunca
tuve dificultades de nada. En mi casa teníamos empleados. Mi madre
trabajaba de manicura, hasta hoy.
Adolescencia
Con trece años perdí mi virginidad. Mi madre casi me mata. Fue con el hijo
de la comadre de mi madre. Él tenía veintitrés años. Yo le eché la culpa a
otro chico, y mi madre quiso denunciarlo. Yo le pedí que no lo hiciese. Ella
me dijo que a mí nunca me había faltado de nada y que ahora seguramente
debía de conocer todos los moteles de Belem. Pasé mucha vergüenza.
A mí me gustaba el chico, me gustaba mucho, lo amaba. Cosas de niñas de
trece años… Bueno, yo era una niña, pero ya entendía un poco de la vida.
La experiencia fue buena por un lado, porque lo estaba haciendo con una
persona que imaginaba que amaba. Pero, por otro lado fue una mala
experiencia porque sentí dolor.
En aquella época yo era una niña muy sistemática. De casa al colegio, del
colegio a casa. Me distancié del chico. Tenía miedo y sentía también
vergüenza. La mente de los adultos no admite ese tipo de situaciones, que
una niña de trece años mantenga una relación con un chico de veintitrés. Si
yo les decía que era porque lo amaba, no me iban a creer.
No volví a tener relaciones sexuales con ningún chico hasta los quince
años. Seguí disfrutando de la vida de una niña de esa edad. Ya con quince
años tuve mi primer novio. Vivía cerca de mi casa. Yo tenía quince y él
583