TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

para la Rua Augusta. Fui a la sauna de Ricardo. Trabajé bien. Hice seis
pases. Al lado de la sauna hay una cafetería de veinticuatro horas. Siempre
iba a comer allí la feijoada. En la Augusta siempre es así. Terminé de comer,
tomé mi cervejinha sosegada, escutando a minha sambinha, y cuando eran las
seis de la mañana me marché para casa. Descansé hasta las cuatro de la
tarde, hasta que vino a buscarme el “Tiosinho” para ir a casa de mi madre en
Campinas. Por el camino, “Tiosinho” me dijo que ya había pedido el divorcio
a su mujer.
En Campinas le presenté a “Tiosinho” a mi madre. Le dije que era un amigo.
Desde ese momento, “Tiosinho” fue como de la familia. Para mí ha sido
como mi segundo padre, ha estado a mi lado en las horas más difíciles y
siempre me ha comprendido. En aquella época yo tenía veintiséis años.
“Tiosinho” me decía que tuviese cuidado con el dinero, que no llevase mucho
dinero en el bolso.
Me quedé una semana en Campinas en casa de mi madre. Después, regresé
a Sâo Paulo. Fui directa para la sauna. Mi madre sospechaba. Una madre
tiene instinto, porque una madre es madre… Pues, yo nunca le conté.
Aunque, pienso que ella sabe lo que hago.
En la sauna sólo me hice tres pases. De ahí me fui con mis amigas a la
playa de Santos, que es la única que está cerca de Sâo Paulo. Me quedé allí
una semana trabajando en el apartamento de una de mis amigas. Luego,
regresé a Sâo Paulo y nos fuimos a Minas Gerais las tres, Flavia, María y
yo. Allí había un hotel “treme-treme” en Belo Horizonte, la capital.
El “treme-treme”
En Belo Horizonte el señor del “treme-treme” nos admitió y nos preguntó si
teníamos experiencia. El “treme-treme” es un edificio donde hay muchas
chicas, como unas doscientas, y están colocadas en distintos pisos. A mí me
tocó el quinto piso. Yo trabajaba de día y mi amiga María de noche.
Generalmente, de noche allí es difícil porque vienen muchos clientes
borrachos y drogados, y el “treme-treme” está en el centro de la ciudad, que
siempre es una zona con muita bagunça.
Un domingo mi amiga María tuvo que llamar a la policía porque un cliente
le obligó a hacerlo sin condón. Me indignó mucho la forma en que la
trataron. El policía dijo que no le molestásemos, que no podía estar todo el
día pendiente de las quejas de las putas.
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