08.05.2013 Views

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

observadora. Se quedó mirándome y me dijo: - ¡Paulista! Y así fue como<br />

empezamos a conversar. El ambiente en “A Seara” es bueno. Las chicas y<br />

la dueña son buena gente. Pero, hay poco trabajo allá. Y como estaba<br />

trasnochando y ganando muy poco, haciendo sólo uno o dos pases, <strong>de</strong>cidí<br />

marcharme.<br />

En el “Clangor” tuve una sensación muy extraña. No sé cómo explicarlo.<br />

Era como si me ahogase, no podía respirar. Me sentí tan mal, tan mal allí,<br />

que me pasé toda la noche sentada en la banqueta y no me levanté casi ni<br />

para ir al baño. No podía creer lo que veía. Todas las chicas eran muy, muy<br />

jóvenes. Había una que parecía que no tenía más <strong>de</strong> dieciséis años. Una<br />

pena. Y todas brasileras. No fui capaz <strong>de</strong> moverme <strong>de</strong> la silla. Tan sólo una<br />

vez que miré para un hombre mayor y me acerqué. Pero, nada más<br />

comenzamos a conversar, lo <strong>de</strong>jé allí plantado y me marché. No me sentía<br />

bien. Él enseguida empezó a manosearme, a meterme las manos por todos<br />

los rincones <strong>de</strong> mi cuerpo y a apretarse contra mí. No lo resistí. Lo <strong>de</strong>jé allí.<br />

Debió <strong>de</strong> quedar un poco alucinado.<br />

Luego, le pedí al dueño que me <strong>de</strong>jase marchar para la habitación. Dormí y<br />

recé para que al día siguiente me fuera pronto para Lugo. Aún así, estuve<br />

unas dos horas acostada en la cama con los ojos abiertos y mirando para las<br />

pare<strong>de</strong>s. Fue muy extraño. Sólo sentía que no quería estar allí. Cuando<br />

bajaba las escaleras me crucé con Juan Carlos. Y me dijo: - ¿A dón<strong>de</strong> va?<br />

¿se va a marchar? Yo le dije que sí. Entonces, me preguntó: - ¿Ya ha<br />

pagado la diaria? A mí eso me pareció muy mal. Le contesté que no, pero<br />

le dije también que no me parecía justo que tuviese que pagar nada porque<br />

había llegado a las diez <strong>de</strong> la noche y no le había hecho ningún gasto, sólo<br />

la habitación. Le dije también que si consi<strong>de</strong>raba realmente que tenía que<br />

pagar, pues le pagaba y en paz. Él entonces me dijo que no, que todo estaba<br />

en or<strong>de</strong>n, que no hacía falta que yo pagase nada y que podía marcharme<br />

cuando quisiese. Luego, cuando iba montada en el taxi sentí como un gran<br />

alivio. Sentí que me había quitado un gran peso <strong>de</strong> encima, y por fin respiré<br />

aliviada.<br />

Sí, mi experiencia en el “Clangor” fue realmente corta… Después, al cabo<br />

<strong>de</strong> unos días, Abel me llevó al club “Millenarium” en La Coruña, porque<br />

conocía allí a alguien que le había dicho que necesitaban a una cocinera. Es<br />

un club muy gran<strong>de</strong>, que también tiene hotel y restaurante. Pero, pagaban<br />

sólo quinientos euros y a<strong>de</strong>más no había sitio para quedarse. Así que no<br />

acepté aquel trabajo.<br />

Luego, probé en un restaurante a las afueras <strong>de</strong> Lugo. Estuve sólo tres días.<br />

No me gustó el ambiente, y así se lo dije a la dueña. El trabajo era lo <strong>de</strong><br />

218

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!