TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

explicó que no debería de hacer eso, que si yo quería conseguir dinero
debería trabajar en esto.
Esa noche dormimos juntas. Y así seguí trabajando en el club y viviendo en
Ferrol. Al cabo de unos quince días, Luciana comenzó a hablarme de estar
con otras mujeres. Yo le dije que a mí no me gustaban las mujeres. Le dije
que ya no iba a seguir durmiendo con ella y que quería una habitación para
mí sola, que yo también pagaba para eso. Ella sólo dijo: tudo bem.
A partir de ese día comenzaron las peleas entre nosotras. Yo no sabía que a
ella le gustaban las mujeres. Todo el mundo lo sabía, excepto yo. A
Luciana le gustan las mujeres y también los hombres. Entonces, debido a
que el jefe había tenido un accidente de coche, tuvo que cerrar el club
durante dos días. Y fue cuando nos llevaron a otro club, al “Nesai”. Fui allí
sólo una noche. El encargado, Suso, se fijó mucho en mí. Me dijo que yo
era muy bonita y todas esas cosas… Suso nos llevó a todas para casa. Y yo
fui la última. Estuvimos charlando durante mucho tiempo. Cuando llegué a
casa, la Nelly me dijo que Suso era un mal hombre, que era un tipo
peligroso y que les pegaba a las mujeres. A mí no me lo parecía. Yo me
había sentido muy bien con él.
Estuve saliendo con Suso durante meses. Nuestra relación fue muy buena.
Él siempre ha sido una persona legal conmigo. Pero, no funcionó porque
era casado. Incluso, llegó a proponerme que si yo dejaba a mi marido, él
también dejaría a su mujer. Pero, en aquel momento yo no quise destrozar
mi hogar. Nos veíamos a las siete de la mañana, cuando terminábamos de
trabajar, yo del club de As Pontes y él como encargado en el club de Ferrol.
Nelly tenía muchos celos de mí. En el club me robaron cuatrocientos
euros… La Nelly entonces llamó a mi marido y le contó que yo trabajaba
en la prostitución. Luego, yo se lo negué todo a Manoel. En el club de As
Pontes tuve muchos problemas con las otras mujeres, sobre todo por causa
de los celos. A los clientes les gusta mucho pasar con las nuevas, y
entonces me solicitaban mucho y eso no les gustaba a las otras. Yo no sabía
cómo funcionaba todo esto. Algunas mujeres, que también eran brasileras,
hasta intentaron agredirme. Por todo eso decidí marcharme del club. Y se
lo dije al encargado. Él me contestó que si me marchaba que ya no volviera
nunca más por allí. Yo le dije que ya no pensaba de todos modos volver.
Cuando me marché del club me fui para el piso de Nelly en Ferrol. Allí
sólo estuve una semana. No aguanté más. Suso quería que volviera para
Ferrol. Pero, yo no quería. Durante esa semana, Nelly había conseguido
una plaza para un club en Valencia. Entonces, fue cuando Ramiro llamó al
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