TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

El trabajo en la agencia
Una amiga me contó lo de la agencia. Había muchas chicas de la calle,
sobre todo entre las veteranas, que compaginaban el trabajo de la calle con
una agencia.
La agencia funcionaba así: los clientes llamaban a la agencia, luego iban a
ver el book de las fotos, escogían a la chica y se hacía el pase. Cuando yo
estaba allí había muchísimas chicas trabajando en agencias. Pero, ahora
creo que es peor, hay muchas más chicas y además están enganchadas a las
drogas.
La última vez que volví Brasil, allá por enero de 2003, que pasé unos cinco
meses, aproveché y me di una vuelta por la Rua Augusta, y me encontré,
Dios mío, a las mismas chicas que estaban conmigo antes. Las encontré tan
degradadas…, hablé con algunas y me pareció que estaban muy
enganchadas a las drogas.
En la agencia cada chica tiene un book. Yo tuve que pagar a un fotógrafo
para hacer el book. Había muchísima competencia, chicas preciosas y todas
trabajando para las agencias. Cuando yo trabajaba en la calle, al principio,
allá por 1995, ganaba unos cien reales. Pero, después ya bajó a la mitad, y
había muchas que cobraban menos. Pero, yo siempre procuré valorarme.
Prefiero irme a casa sin un puto duro, que no humillarme por una mierda de
dinero. Sin embargo, trabajando en la agencia el cliente podía pagar unos
quinientos reales, aunque luego el dinero se repartía al cincuenta por ciento,
doscientos cincuenta reales para la casa y doscientos cincuenta reales para
la chica. Aunque, la mayoría de las veces pagaban doscientos, y entonces
eran cien reales para la chica.
En la agencia no trabajé mucho tiempo. Enseguida conocí a una persona
que me habló de la posibilidad de venir a trabajar en la prostitución a
España. Durante un tiempo trabajé en la calle y al mismo tiempo en la
agencia. Pero, pronto decidí dejar la calle. ¿Cómo podías competir con
tantas mujeres trabajando en la calle? No era posible. Y algunas eran niñas
de catorce y quince años. En mi país no hay ningún control con eso de las
menores. No es como aquí, que la policía cae encima enseguida en ese tipo
de situaciones. Y todo eso estaba bajando mucho los precios. Eso me
molesta bastante. Yo no estoy dispuesta a follar por tan poco dinero. Me fui
para la agencia porque allí la cosa era más cómoda, tenía más tiempo para
estar en casa, tenía también más seguridad…, y durante un tiempo gané
mucho dinero. Aunque, no fue suficiente para pagarme de nuevo mis
estudios.
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