TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

de balanzas para pesar el oro. No me quedé mucho tiempo allí a causa de
un problema que no me apetece comentar demasiado. Fue que hubo un
asesinato en el que se vio implicado un chico que trabajaba allí conmigo en
la tienda. Ese chico mató a un hombre en una pelea y luego la policía vino
a preguntar. Yo dije que no sabía nada, cogí miedo y me marché.
Me busqué un marido. Gilberto era un cliente de la tienda de venta de oro.
Nosotros ya nos gustábamos y un día me pidió que me marchase con él. Y
me fui a vivir con Gilberto. Teníamos una pequeña habitación alquilada allí
cerca del garimpo. Yo tenía que trabajar en un restaurante donde comían los
garimpeiros. Trabajaba más de quince horas al día y tenía que matar un
montón de galinhas. Trabajaba mucho y ganaba muy poco. Después, trabajé
con la coordinadora de un programa de salud para la campaña del cólera.
Trabajé con esa señora durante cuatro meses. Yo tenía que colocar los
remédios en los pozos del garimpo. Y no me pagaron nada.
En aquella época había una enfermedad en las galinhas, el maltriste, que
todas morían. Gilberto volvió a trabajar en el garimpo. Y yo para no pasar
hambre entré en el contrabando de cigarros.
Un día Gilberto llegó todo borracho a casa. Cuando le quité los pantalones
le cayeron varios paquetes de droga. A mí me gustaba Gilberto, él no era
un mal hombre, pero para mí aquello era una decepción más de la vida. Le
dije que me marchaba, que no quería saber más nada. Estaba harta del
garimpo.
Volví para Porto Velho. Trabajé en un bar, y un día llegó un hombre que
me dijo que en Ariquemes alguien estaba buscando gente para trabajar en
un restaurante. Y me fui para Ariquemes y comencé a trabajar en el
restaurante. Cocinaba. Allí a ese restaurante venían a comer muchos
policías, porque la comisaría estaba muy cerca.
Conocí a un señor en el restaurante. Él trabajaba en una empresa de frío, de
congelados. Le gusté mucho y me dijo que si yo quería algo serio no había
problema porque aunque él estaba casado, vivía lejos y me ofreció pagarme
un apartamento. Acepté su proposición.
Es muy difícil trabajar de interna. No tienes horario. Es más difícil que
trabajar en la prostitución. Si tú eres una prostituta libre, que no debes nada
a nadie, es mucho mejor. Como doméstica no tienes tiempo para nada, ni
para descansar, ni para ver la telenovela…
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