TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

Una vez, cuando estaba en Portugal, me pasó que llegó un cliente y que
luego subió ese cliente conmigo a la habitación. Y cuando fui a lavarlo, ya
vi que estaba enfermo. No dijo nada. Le puse el condón y follamos.
También usé un preservativo femenino. Traje preservativos femeninos de
Brasil y aquí en el piso también los venden. Un paquete de cuatro condones
cuesta doce euros.
La competencia
Pero, últimamente el trabajo está muy mal. Hay muchas mujeres y en
cualquier esquina hay mujeres que lo hacen gratis. No se gana tanto dinero
como antes. Las que cuentan que ganan mucho, yo creo que están
mintiendo. Por eso he dejado de trabajar y he comenzado a trabajar en un
restaurante, aunque es difícil porque no tengo papeles…
Hoy en día vienen muchas chicas para trabajar en la prostitución. Se gana
dinero, pero hay mucha competencia. Sin embargo, yo creo que no volvería
a viajar a España para esto. No vale la pena. Me gustaría venir, pero con
contrato, y para trabajar en otra cosa…
Y hay mujeres a las que les gusta, que disfrutan trabajando en los clubes y
acostándose con todos esos hombres. Pero, yo no. Yo esperaba otra cosa de
este país. A pesar de que hay muchas personas buenas, aquí también hay
mucha gente mala.
La prostitución acaba mucho con el cuerpo de una mujer. Es un trabajo que
agota mucho y que acaba con la persona. Y hay mucho riesgo, puede
reventar un condón y contagiarte una enfermedad. Y esos hombres mal
olientes… ¡Ave María! No quiero ni pensarlo… Y había días que llegaba a
casa a las ocho de la mañana, y a lo mejor para no haber hecho un solo
pase.
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