TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

CIELO
Pícara y ladrona
Nací el 20 de diciembre de 1963 en la ciudad de Bucaramanga (Colombia).
Vivía con mis padres y éramos siete hermanos. Yo tengo una gemela. Tuve
una infancia de tahures. Teníamos mucho dinero. Los mejores colegios, la
mejor ropa, etc.
De niña yo era muy pícara y ladrona. Era la más tremenda de la casa. Me
echaron como de siete u ocho colegios. No me soportaban. Siempre estaba
jugando y robando. A las niñas les robaba las loncheras. Mi padre era
comerciante de repuestos de carros y tenía inversión de ferias. Hacían más
trampas… Yo sé marcar naipes y amarrar los dados.
Bucaramanga es una ciudad muy bonita. Le llaman la ciudad de los
parques. Es una de las más limpias de todo Colombia. Yo he sido una
privilegiada en mi infancia. Mi papá nos decía a mí y a mis hermanas: sus
cuatro princesas.
Cuando tenía nueve años, una amiga que se llamaba Ana vino a vivir con
nosotros. Le ayudamos a estudiar, porque sus papás no tenían dinero.
Como yo era muy tremenda, a mí me enviaron a un colegio más barato,
para que escarmentara. Ana era mi mejor amiga. Un día se metió en un
lago y se ahogó. Para mí fue un trauma. Le cogí miedo al agua, y me sentía
culpable porque yo le había insistido mucho tiempo a la madre para que le
dejase ir a la fiesta.
Exceptuando la muerte de Ana, mi infancia fue una infancia muy linda. Mi
papá decía que los hombres tenían que ser machos y las mujeres en casa.
Pero, para mí mi papá fue el mejor padre del mundo. Y eso que él tomaba
mucho.
Terminé el bachiller con dieciséis años. Era el año 1979. Fue también el
año en que murió mi papá. Tenía cáncer en los pulmones, pero murió de un
infarto. Entonces, le embargaron a mi familia. Y fue cuando pasamos de
niñas ricas a niñas pobres. Mi papá perdió todo en el juego y en malos
negocios. Nos dejó sólo deudas, y en la calle. Luego, poco a poco fuimos
recuperando, superando ese trauma. Mis hermanos son todos jugadores y
alcohólicos. Esa fue la herencia que dejó. Jugaban a naipes, a gallos, a los
dados, etc. Mis hermanos todavía juegan hoy. Y mi madre dejó esa vida
hace unos cinco años, dejó las galleras.
76