TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

CLAUDIA MILENA
Mi vida en Colombia
Nací en Bucaramanga (Colombia) el 8 de abril de 1980. Intento recordar mi
vida, pero sólo me acuerdo a partir de los cinco años. De antes, apenas
tengo recuerdos. Vivíamos en una casa muy bonita, grande. Mi papá
trabajaba transportando cementos en una volqueta que tenía. Mi mamá era
modista, y como él viajaba por las poblaciones de alrededor, ella
aprovechaba para comprar mercancías y luego venderlas en Bucaramanga,
distribuyéndolas por varias tiendas. En aquella época todos vivíamos
felices y contentos.
Somos seis hermanos. Yo soy la cuarta. Mi último hermanito nació con
deformación, tiene los bracitos todos torciditos. Así que cuando nació él mi
mami dejó de viajar y se puso a coser en casa. Al nacer mi hermanita nos
mudamos de casa y también de barrio. A mí me tocó ir aprendiendo a hacer
las labores de la casa. ¡Qué horror!
Yo tenía una amiga, Andrea. Y somos amigas hasta ahora. Yo estudiaba.
Todo transcurría normal. Bueno, mi hermana la mayor se fue de casa con
dieciséis años y luego tuvo niños… Pero, yo era una niña muy juiciosa, iba
al colegio y todo eso.
Cuando cumplí los dieciséis, murió mi papá. Fue justo a los doce días de
haber yo cumplido los dieciséis años. Murió de cirrosis, a causa de una
hepatitis-B. Nada que ver con el trago. Cuatro años antes le descubrieron la
enfermedad, y eso sí que fue un horror. Anduvo con todos los médicos.
Empezó a vomitar sangre por la boca. Eso no se me podrá olvidar en la
vida, cuando mi hermana y yo salimos a la calle pidiendo ayuda, pues
pensábamos que mi papá se iba a morir. No habíamos visto nunca nada
parecido. Mi papá vivía entre la casa y el hospital, y el hospital y la casa.
Estuvo también en cama durante dos meses. En el hospital se turnaban para
cuidarlo entre mi mami y mis hermanastras, que eran las hijas de su primer
matrimonio. A mi papá le aplicaron una sobredosis de morfina, a petición
de las hijas.
Para mí lo peor que me podía haber pasado en mi vida era que se muriera
mi papá. A causa de eso yo me volví una persona incontrolable. Tenía uno,
dos, tres, cuatro y cinco novios. Luego, llegaba a casa y mi madre me
pegaba con todo lo que encontraba a su paso. Mis hermanos le decían a mi
92