TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

negocios. Me sentía insegura. Ramiro también le dijo a la cocinera que él
no quería nada con Claudia, que sólo le iba a ayudar para que tuviese su
piso y que no quería verla más trabajando de puta. Claudia le decía a todo
el mundo que ya no quería más a Ramiro. Y él de la misma manera, que no
me iba a abandonar, que si fuese necesario la mandaba regresar a
Colombia. Le dije a Ramiro que no quería complicaciones, que mirase bien
todo lo que estaba haciendo. Ramiro me aseguraba que aquél era mi sitio.
Claudia pensaba que la que salía con Ramiro era Camila. Ella no sabía que
era yo. A los pocos días Claudia comenzó a trabajar en la recepción del
club. Un día que entré con un cliente en la habitación, pude ver como
Claudia y Ramiro estaban discutiendo. Claudia le decía a Ramiro que ella
se iba a buscar un chico joven y guapo, y Ramiro le contestó que él ya tenía
una novia. - ¿Quién es? - Es Patricia. Entonces, me metí en la habitación,
ellos siguieron discutiendo. Claudia le dijo a Ramiro que no quería volverle
a ver la cara, que iba a coger una ropa de puta y volver para el salón. Como
Ramiro le dijo también que yo ya no trabajaba más de puta en el club,
Claudia se llenó de rabia, salió corriendo y le dijo a Ramiro que se
marchaba para trabajar de puta en otro club.
Enseguida, Ramiro se fue para el salón y me dijo que me cambiase de ropa,
que yo ya no volvería allí para trabajar de puta, que a partir de ese día yo
iba a ser su mujer. Y esto todo lo dijo delante de todo el mundo. - Vete
ahora, y quítate esa ropa. Yo me quedé paralizada. Me fui para mi
habitación y me cambié de ropa. Ramiro dijo entonces en voz alta y en
medio del salón: - Patricia ya no trabaja más.
Después de eso, Ramiro me llamó para ir a una fiesta. Fuimos y al poco
rato sonó su móvil. Era Claudia, pidiéndole que la llevase, que estaba en la
carretera. Colgó y entonces me dijo que tenía que marcharse para llevarla,
que no podía dejarla así tirada en medio de la carretera.
A la mañana siguiente, todos estábamos felices. Pensaba que aquella guerra
ya había finalizado. Y la guerra sólo estaba comenzando. Ramiro vino y me
pidió que volviese para la barra, sólo para tomar copas con los clientes. Le
dije que no, que si me iba para el salón con los clientes sería para trabajar.
Ramiro no quiso. A las chicas que llegaron nuevas aquella semana, él me
presentó como su mujer. Al día siguiente, Claudia apareció en el club. Le
dijo a la cocinera que había vuelto porque Ramiro no había dejado de
insistirle. Claudia quería hablar conmigo. Fuimos al comedor Claudia,
Ramiro y yo y empezamos a conversar. Claudia decía que yo le daba pena
a Ramiro, que porque tenía un quiste en un ovario y tenía que ayudar a mi
familia, etc, pero que en realidad él no me amaba, sino que la mujer a quien
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