TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

día. Pero, lo peor era que para regresar por la mañana del club nos llevaban
los clientes que estaban todos borrachos. Eso yo no lo aguantaba. Le decía
a Silvia que yo no había venido aquí a España para morir en un accidente
en la carretera por culpa de un borracho.
Del club de Carballiño fuimos para “El Capris” que también está allí cerca,
en la carretera, y que es otro chiringuito. Sólo nos quedamos tres días. El
hermano de la dueña, una dominicana, se encaprichó de mí y ya quería
acostarse conmigo. El primer día me pagó, pero después ya quería estar
conmigo todos los días. Y yo, con lo cansada que estaba después de cerrar
el club, tener que aguantar a ese negro… No. Por eso me fui. Tampoco se
trabajaba muy bien en aquel club. Era un sitio pequeño y las mujeres eran
todas mayores, colombianas y dominicanas. Pagamos un taxi y regresamos
a Lugo.
Ahí fue cuando decidí salirme de la finca definitivamente. José me
prometió que me iba a dar un dinero, setecientos euros, para ir a buscar a
mi hijo mayor, y pasaba el tiempo, pasaba, y no me daba nada. Entonces,
me enfadé y me marché.
Llevé todas mis cosas para el club “A Seara” porque allí no pagas nada,
sólo tienes que hacer la comida y ya. Después, fuimos al club “Trasnos” en
Puebla de San Julián. Allí me quemé una pierna con la calefacción. Y
también fui a trabajar una semana al piso de Carola. Es una brasilera muy
mezquina, no te da ni un café. Por eso también me marché. Allí sólo
trabajan brasileras. Estaban Eduarda, Sabrina y otra chica. Pero, aquel piso
es muy frío y no se trabaja nada. Llaman mucho, pero sólo de cachondeo.
En todo el tiempo que trabajé allí me hice tres pases.
En el piso de Tania
Después me enteré de que Tania había abierto un piso y vinimos para acá.
Tania me ha sorprendido mucho porque es colombiana y es una persona
muy buena. La gente habla muy mal de las colombianas, pero Tania ha sido
para mí mucho mejor que la mayoría de mis paisanas.
Cuando Silvia y yo estuvimos unos días en casa de Eduarda y Sabrina, ellas
nos cobraron ochenta euros a cada una, y nosotras ni siquiera dormíamos
allí. Eduarda es buena chica, pero Sabrina es conflictiva, siempre creando
confusión y también es muy maleducada. En todos los clubes que ha estado
ella ha tenido problemas, a nadie le cae bien.
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