TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

Una amiga que había venido conmigo estaba dando muchos problemas.
Tania se emborrachaba y montaba escándalos. En aquella época yo estaba
enrollada con el encargado del club y él todas las noches se quejaba de mi
amiga. Yo hablaba con ella. Y Tania me decía que iba a cambiar. Pero,
todos los días era lo mismo. Bebía y se drogaba mucho. Tania es una chica
de Manâos, que no sabe leer ni escribir. Al final, se cansaron de ella y la
echaron, y yo me fui con ella.
Nos fuimos juntas a otro club, en Lérida, y que era también de los mismos
dueños. El chico con el que yo estaba saliendo nos llevó en su coche. Él me
dijo que estaban cansados de Tania, pero que lo hacía por mí.
En Lérida sólo estuve un mes y medio. Tania decidió irse para Barcelona y
yo, como estaba saliendo con aquel chico, regresé a Madrid. Allí me quedé
cuatro meses más. El trabajo no estaba bien. Como siempre, muchas
rumanas. Donde hay muchas rumanas sólo trabajan ellas, lo que hacen no
lo sé. La mayoría de las rumanas chupan y hacen todo sin condón. Y los
hombres sólo quieren divertirse. Buscan pasar un buen rato y olvidan todo
lo demás. No piensan en las enfermedades ni nada, sólo en disfrutar aquel
instante. Yo, si trabajase así, tendría muchos clientes y ganaría más dinero.
Pero, primero es mi salud, ¿está loco?
El chico con el que salía también estaba con otra chica. Cuando me enteré
lo dejamos. Y me cogí un poco de depresión. Tenía mucha rabia en mi
interior, me sentía mal y sólo pensaba en cosas negativas. Fue cuando volví
para Galicia, a Lugo. Me quedé veinte días sin trabajar. Una amiga mía que
trabajaba en un restaurante me ayudó a recuperarme. Salíamos a pasear y
me hacía compañía.
Cuando me sentí mejor y me sentí preparada para trabajar de nuevo, me fui
para el “Erótica” otra vez. Allí trabajé desde diciembre de 2005 hasta abril
de 2006, aunque primero trabajé en el piso de Romelina. El trabajo en el
club regular, hay días que ganas, otros que no. El mes de diciembre fue el
mejor, hice casi cuatro mil euros. Me gasté unos mil euros en ropa, otra
parte la envié para Brasil y otra la ingresé en mi cuenta de Caixa Galicia.
Pero, en el “Erótica” no hay libertad. Ahora en el club la mayoría de las
mujeres son brasileras. Por eso hace poco me cambié para “La
Salamandra”. Me siento muy bien allí, porque tratan muy bien a las chicas.
En “La Salamandra” los lunes, martes y miércoles si no trabajas no pagas
nada. Y el resto de los días si trabajas pagas cuarenta euros, y si no trabajas
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