TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

pudiesen hacerme algo y llamé a Javier. Entonces, él vino y me dijo que
estuviese tranquila, que no iban a hacerme nada, que sólo estaban allí para
tomar unas copas. De pronto, se marcharon y yo continué trabajando.
Todos los días iba a trabajar al “Erótica”. Pero, no me gustaba. Era un
clima muito ruin. Hay muchos hombres, pero es difícil subir a la habitación
porque hay mucho cachondeo. Como no trabajábamos yo y mi amiga
decidimos salir de allí. Ya llevábamos dos meses.
Trabajando en el piso
El problema era que teníamos que dejar el piso. Entonces, nos llamó una
amiga y habló con su novio para que nos ayudase a alquilar un piso. Y
fuimos a vivir a ese piso, y comenzamos a trabajar en el piso.
Al principio, estábamos tres chicas. Luego, vino otra que también había
salido de “El Paso” y que nos pidió para trabajar con nosotras en el piso.
Estuve trabajando en ese piso durante un mes. Fue una mala experiencia
para mí. Excepto una, la chica que nos presentó a su novio para alquilar el
piso, las demás no teníamos ninguna experiencia en trabajar en un piso.
Aquella chica fue la que colocó los anuncios en el periódico. Nos
anunciábamos como “cuatro chicas brasileras gostosas…”
Los hombres telefoneaban mucho, pero después eran muy pocos los que
venían al piso. De cada veinte llamadas, sólo venían tres o cuatro clientes.
Cobrábamos los pases a treinta euros veinte minutos y cincuenta euros
media hora. Era xato tener que quedarse allí dentro todo el tiempo. Yo
necesitaba salir, tenía que hacer mis cosas. A veces, cuando estaba todo el
día en el piso los hombres llamaban y luego no venían, y otras cuando salía
a la calle era cuando llegaban al piso. Eso me llenaba de rabia. Era
estresante.
Lo bueno de trabajar en el piso es que los hombres llegan, escogen y ya
está. Sin embargo, en el club eres tú la que tienes que ir a buscar a los
hombres y estar encima. Además de eso, en el piso tienes un ritmo más
relajado, comes a la hora que quieres y duermes más.
El recorrido
Como el piso no funcionaba, decidimos cerrarlo y marcharnos a trabajar a
un club. Y nos fuimos para Burgos. Un amigo de una amiga nos llevó. Nos
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