08.05.2013 Views

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

nuevamente para El Espinal. Yo tenía entonces ya dieciséis años. Y estaba<br />

muy linda. Sí, hasta fui varias veces candidata para Reina <strong>de</strong>l Sampedro,<br />

que son allá las fiestas <strong>de</strong> El Espinal. Pero, nunca me lancé, porque yo era<br />

también muy tímida y me daba siempre mucha vergüenza.<br />

A mi padre le resultaba difícil <strong>de</strong> mantenernos a todos. Un año mi padre<br />

nos dio a escoger a mi hermana y a mí para que una estudiara y la otra no.<br />

Así fue que me puse a trabajar. Me puse a trabajar <strong>de</strong> ven<strong>de</strong>dora. Era<br />

cuando tenía diecisiete años. Le ayudaba también a mi mamá en la costura.<br />

Al año siguiente volví a estudiar, y me enamoré.<br />

Ese amor que parece eterno… Nos quisimos muchísimo, pero había una<br />

barrera <strong>de</strong> clase social. Él siempre me regalaba chocolatinas. En Colombia<br />

regalar chocolate es signo <strong>de</strong> cariño y seducción. Se llamaba Julio César, y<br />

con él fue algo muy especial. Pero, tuve un grave problema en mi casa,<br />

pues siempre me ponían peros con todas las personas con las que salía. Fue<br />

un amor tan inocente…, tan lindo, con mucho respeto. Hacíamos planes<br />

para casarnos y que íbamos a tener dos niños, un niño y una niña. Lo<br />

curioso es que luego sí los tuve, pero con otra persona… Duramos como un<br />

año. Al cabo <strong>de</strong> ese tiempo, nos mudamos <strong>de</strong> barrio y terminamos la<br />

relación, sobre todo por mi madre, que no lo aceptaba. Ella siempre<br />

intentaba separarme <strong>de</strong> él, porque <strong>de</strong>cía que no era un chico que quisiese a<br />

una chica <strong>de</strong> barrio, más pobre, como yo, y que me <strong>de</strong>jaría embarazada y<br />

me abandonaría. Yo nunca le he olvidado… Nunca le he olvidado. Nos<br />

volvimos a ver en alguna ocasión, pero siempre el orgullo pue<strong>de</strong> más que<br />

otras cosas. Un día me invitó al cine, pero me dijo que íbamos a lo<br />

americano 3 , y yo entonces no fui.<br />

No llegué a graduarme en el bachillerato, me faltó quizás valor. Siempre<br />

tenía que andar rogándole a mi mamá. Así que busqué trabajo y empecé<br />

como ven<strong>de</strong>dora en “El pequeño París” don<strong>de</strong> vendíamos telas. Allí fue<br />

don<strong>de</strong> conocí a mi marido. Llegó allá como cliente. Digo yo, que si hubiera<br />

salido temprano no me hubieran pasado tantas cosas… Pero, bueno, tenían<br />

que pasar. Me encantaron sus ojos. Una noche salí <strong>de</strong>l trabajo y él me<br />

esperaba fuera con un carro. Yo no quise subir, así que fuimos paseando.<br />

Me dijo que qué me provocaba, y le contesté que una mantecada. Estaba<br />

tan nerviosa que no conseguí comérmela. Él pensaba que yo era una chica<br />

<strong>de</strong> noche completa, pero enseguida se <strong>de</strong>sengañó. Luego, empezaron otra<br />

vez los problemas en mi casa. Mis padres no querían conocerlo, mi mamá<br />

me <strong>de</strong>cía que era rico, lo mismo que la primera vez. Él, a los diez días <strong>de</strong><br />

conocerme ya me pidió que nos casásemos. Hicimos un juramento ante el<br />

3 Cada uno paga lo suyo.<br />

115

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!