TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

la carnicería del papá. Yo le dije que bueno. Yo ya estaba desesperada
porque ya estaba acostumbrada a tener mi plata y eso.
Así fue como empecé a trabajar con Esther. Entrábamos a las ocho y media
de la noche, y salíamos a las once y media o a las doce de la noche. A los
ocho días Esther dejó el trabajo porque encontró otro trabajo mejor
cuidando una ancianita. Entonces, empezó a venir conmigo la hija de
Esther, que tiene dieciséis años. Ella me ayudaba en cosas mínimas.
También a veces llegaba tarde o bien no me ayudaba completo con las
cosas que yo le pedía. Y un día me llegó a las diez y media de la noche, y
yo le dije que no, que yo no le iba a consentir eso. Entonces, ya su
hermana, la de Ferrol, se disgustó conmigo. Y ya le fue con el cuento al
dueño de la carnicería. Le dijo que yo era una desagradecida, que si una
puta, que si andaba con todos, que si destruía hogares. Paco no le creyó. Y
es que yo hacía mi trabajo muy bien, porque es que no olía a carne, olía a
limpio. Luego, sobre las seis de la tarde ella vino a casa y me insultó. Me
dijo de todo. Y allí estaban Esther y el esposo de ella, y el otro hijo de
Esther. Yo estaba muy enfadada. Entonces, Paco, el carnicero, fue y habló
con una tía de él que arrienda habitaciones. Esto fue en octubre. Yo
mientras tanto le dije a la de Ferrol que, tranquila, que yo enseguida le
desocupaba la casa.
Me fui. Seguí trabajando en la carnicería, y por las mañanas también iba a
limpiar a la casa de Paco. Yo le mantenía la casa como una tachuelita. En
diciembre, Paco me dijo que porqué no le daba una oportunidad a Mariela,
la hija de Esther que me había causado todos los problemas, que ella
también necesitaba limpiar. Y yo le dije que bueno. Pero, la de Ferrol
seguía haciéndome la vida imposible. Por donde yo iba y me conocían ella
iba hablando de mí. Y todavía hoy lo hace.
Entonces, duré allá hasta fin de marzo. Yo estaba cansada. Puff, el trabajo
en la casa era muy pesado. Yo hacía las cosas de la casa, preparaba también
el almuerzo y planchaba. Me pagaban treinta mil pesetas por el trabajo de
la casa y otras treinta mil pesetas en la carnicería, porque Mariela se
llevaba diez mil. Yo pagaba veinte mil pesetas de arriendo, aparte la
comida. Y le mandaba a mi mami para la ayuda en la casa. Yo sé la
necesidad que se pasa en Colombia, y también está mi hermanito.
La pesadilla de fregar
El fregar fue una auténtica pesadilla. Tomaba drogas (medicamentos) para
el dolor de espalda, y también para la alergia, porque tengo alergia a los
97