TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

Ramiro se quedó sin mujeres en el club. Pero, todo fue por su culpa, por
enrollarse con varias chicas al mismo tiempo. Ramiro hizo una reunión con
todas y nos llamó de putas. Yo le dije que se había equivocado y que yo no
me identificaba con una puta, que puta es la que lo da por la cara y
prostituta es la que cobra.
Mientras estuve en el “Rayo de Luna” trabajé muy bien. No tengo nada que
reclamar en ese sentido. Allí era rara la noche en que no trabajaba. Y
Ramiro es buena persona, lo que pasa es que quiere acostarse con todas. Y
yo pienso que un dueño de club jamás debe mantener relaciones con las
mujeres que trabajan.
En el piso de Fontiñas vivíamos entonces Patricia, Janaina, Bianca y yo. Y
todas empezamos a trabajar en el club “La Cima”. Las confusiones entre
Janaina y yo como siempre. Ella se quejaba todo el tiempo. Me prohibía ir
con hombres, conseguir novio. Si llegaba al club un hombre joven y me
prefería a mí, entonces ya se ponía celosa. No sabía lo que hacer. Leandro
también era cliente de ella. Yo lo conocí allí en “La Cima”. Desde la
primera noche que subí con Leandro, ya no quiso volver más con Janaina, y
ella también se puso muy celosa a causa de eso. Janaina me decía que qué
hacía yo con los clientes en la habitación, que debía de hacer cosas
diferentes, que sino no podía entenderlo.
En el piso seguían las confusiones. Patricia salía con Ramiro a escondidas.
Y yo también le había cogido rabia a Ramiro porque un día nos acusó de
ladronas. Fue todo porque Miki vino una tarde a casa y vio una colcha en la
habitación igual que las del club, y llamó a Ramiro. Él entonces nos
amenazó con la policía y eso me dio mucha rabia.
Yo ya estaba cansada de todas las confusiones con Janaina. Y también tuve
una pelea muy fea con Patricia. Ella me lanzó un cuchillo y todo, pero
afortunadamente no sucedió nada más. Luego, Ramiro vino a buscarla. Ya
no entendía nada. No me daba cuenta de que la fiera estaba conmigo. Perdí
la amistad de tantas personas por culpa de Janaina… Las confusiones
aumentaron y la convivencia se complicó mucho en casa. No me daba
cuenta de que Janaina me estaba utilizando. Bianca me lo decía a todas
horas, que Janaina sólo me estaba usando y que me iba a dar una patada en
el culo.
En “La Cima” trabajé poco más de un mes. De allí me marché para el club
“La Celestina”. De esa forma intentaba distanciarme de Janaina. En el club
pagaba diez euros de casa y de cada pase descontaban ocho euros. Allí
había brasileras, colombianas, rumanas y dominicanas. Bianca también
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