TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

BIA
Mi vida en Brasil
Nací el 20 de febrero de 1964 en una pequeña localidad del interior del
Estado de Sâo Paulo. Lo que más recuerdo de mi infancia es la vida con
mis abuelos.
Somos dos hermanas, yo soy la mayor. Mi padre era un drogado, borracho
perdido, y le pegaba a mi madre. Apenas tengo recuerdos de él. Mi madre
se separó de él cuando yo tenía dos años y mi padre sólo hacía visitas
esporádicas. Mi madre trabajaba como interna. Mi madre trabajaba para
que nosotras pudiésemos estudiar.
Cuando yo tenía quince años, mi madre enfermó gravemente de neumonía
y entonces nosotras teníamos que hacer el trabajo de casa. Por eso nos
fuimos a vivir a casa de mis abuelos, hasta que mi madre se curó. Cuando
mi madre se restableció ella volvió a trabajar. Estuvo durante un tiempo
cortando caña y luego volvió a trabajar de doméstica. Gracias a ella mi
hermana y yo pudimos llegar a estudiar en la universidad. Mi hermana
Joana consiguió terminar la carrera de Pedagogía y hasta hoy ella trabaja
dando clases. Yo, sin embargo, hice dos años de Historia, pero no conseguí
terminar.
Después, conocí a mi marido y ya dejé los estudios. Pero, no puedo echarle
la culpa a él ni a nadie, si dejé los estudios fue porque quise. Reinaldo
venía de una familia muy problemática. Él consumía drogas, robaba, etc…
Y yo no sabía nada. Nos conocimos en un curso de mecanografía y yo no
sabía nada de su vida. Reinaldo tenía muy buena apariencia, no parecía un
bandido. Pero, más tarde descubrí su historia…, bueno, más bien fue mi
madre quien lo descubrió…
Yo tenía entonces dieciocho años. Y mi madre me dio un ultimátum: o me
casaba con Reinaldo para no dar que hablar a la gente o me iba para un
internado. Yo no entendía porqué tenía que andar escondiéndome de la
gente.
Pero, al final no me casé y empecé a trabajar de secretaria en una clínica.
Decidimos casarnos cuando yo tenía veinte años. Mi madre me presionaba
mucho. Yo dudaba. Antes de la boda me planteaba muchas dudas. Pensaba
que tal vez lo que estaba haciendo era escapar de un problema para ir a
encontrarme con otro peor.
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