TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

tiempo, y los va engañando a todos un poquito. Para ella no importan los
sentimientos, sino sólo el dinero. Aquella noche fue todo como muy raro.
Estuvimos Marcial y yo fuera un ratico y entonces llegamos al piso y le
dije: - Hola, Karencita. Y ella ni siquiera se volteó. Estaba Luis en el piso.
Luego, ellos se metieron en la habitación. Y cuando escuchamos los gritos
fue cuando empezó todo el rollo. Karen salió de repente de la habitación y
estaba como loca. Me dijo que yo era una falsa, que le había contado todo a
Luis, y furiosa como estaba intentó alcanzarme en la cara. Pero, como fue
Marcial quien se metió en el medio, fue él quien recibió. Le rasguñó así
toda la cara. Y entonces, Marcial se la devolvió, y le dio una cachetada.
Karen le insultó a Marcial, le llamó “viejo malparido”, y le dijo que todo lo
que le pasaba a ella era por su culpa. Yo sé que Marcial no debería haberle
pegado. Pero, como ella le hizo así en la cara con las uñas, y todo fue en un
instante… Gritaron. Yo me puse muy nerviosa y no sabía qué hacer.
Luego, Luis le dijo a Karen que él ya sabía que andaba con otros hombres,
que no hacía falta que yo le dijera nada, que él ya sabía que andaba con
otros hombres. Y también le dijo que eso no estaba bien, que ella tenía que
escoger un solo novio y el resto que fuesen al trabajo. Luis también le dijo
que podía ser tonto, pero no gilipollas. Y esa fue la última noche que vi yo
a Karen.
A Marcial no le gusta que yo trabaje en esto. Él siempre me anda diciendo
que me da un plazo para que deje de trabajar. Pero, lo cierto es que él
tampoco trabaja, desde que dejó el trabajo de la cantería sólo hace algunos
arreglos de fontanería para algunos amigos, y con eso no podemos
mantenernos. Y yo también necesito mandar para Colombia y ayudar a mis
hijos. Y él nunca me da nada para eso. Marcial dice que para él es muy
duro pensar que hay otros hombres que están encima de mí, que lo mejor es
que yo monte un piso y me mantenga como encargada para que trabajen
otras. Pero, no es tan fácil. Aunque a mí lo de montar el piso siempre me ha
parecido muy buena idea. Cuando estaba Bruna trabajando en el piso,
hacíamos muchos planes con lo de montar un piso nosotras dos. Pero,
luego ella se marchó para Mérida y se puso enferma.
Un día vino al piso la Loli. Estuvimos hablando como unos veinte minutos.
Ella sabe donde vivo, donde trabajo y todo. Yo le dije que si se le ofrecía
algo, pero nada más, que ya estaba mamada de que me jodan la vida. Y ella
me dijo que yo le iba a hacer a Marcial lo mismo que hacen todas las
colombianas, esto, que le iba a dar una patada en el culo.
Un día, era a finales del 2002, recibí una llamada de mi hijo Fernando. Él
nunca me había llamado desde que yo me vine para España. Me dijo que ya
había hablado con su tía y que le había contado lo de ese “man”, el
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