TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

también muy conocido por traer a muchas mujeres de la República
Dominicana y arreglarles los papeles aquí.
La segunda vez me llamaron de Cali para decirme que ya estaban los
pasajes. Un amigo español de mi hermana Rome, que se llama Miguel, me
llamaba todo el tiempo. Tenía una voz toda sensual, era delicioso hablar
con él. A mí no me disgustaba mi trabajo de Colombia. Pero, a la final pasé
la carta. Y un sábado de septiembre cogí la flota rumbo a Cali. De Ibagué a
Cali son como unas siete horas de viaje. Cuando llegué a la terminal vi allá
una gran cantidad de negros, que me asusté. Ya me habían avisado que
tuviese cuidado con el equipaje. Mi cuñado y mi sobrino vinieron a
recogerme en taxi. Me llevaron a recorrer Cali. Al otro día teníamos que
recoger los pasajes y ver cuánto había que pagar del impuesto en el
aeropuerto.
Aquella noche en Cali llegó mi cuñado por la noche y me dijo: - Tania, ven
para acá. Trató de insinuarme algo, pero lo dejé sentado. Yo luego eché el
seguro a la puerta por si acaso. Yo entiendo que él se siente solo porque
vive con el hijo y una viejita, que es tía suya.
Yo tenía presente que iba a vivir un cambio tremendo de la noche a la
mañana. Ya luego, al día siguiente me llevaron al aeropuerto. Yo tenía
miedo por lo de pasar la aduana y eso, pero, a la final todo salió bien. Fui
en avión de Cali a Bogotá. Y allí me vino a recoger mi primo Plinio.
Almorzamos juntos en el mismo aeropuerto, y luego pasé la primera
aduana. En la cola yo fui la segunda en pasar. Yo nunca me había hallado
en todo ese movimiento sola. El policía del DAS 6 me preguntó que cómo
me llamaba, que si trabajaba y que cuánto dinero llevaba. Yo le dije que
llevaba mil dólares, aunque la verdad es que sólo tenía quinientos. También
me preguntó que porqué viajaba a España y que quién me había invitado. Y
enseguida me mandó pasar. Sin embargo, a una chica rubia que venía
detrás de mí sí que la detuvieron y le mandaron hacer la ecografía para ver
si traía droga. Yo pasé. El vuelo se retrasó porque revisaron las cosas de
algunos. Para terminar de rematar a mí me tocó en el avión al lado de un
tipo de mal aspecto. Parecía un matón. Medio charlé con él, pero iba muy
pendiente de mis dólares y de las joyas que llevaba, que eran de mi
hermana. Empezamos a volar toda la noche. Yo iba muy pendiente de no
dormirme, por si el tipo aquél me quería robar la cartera. La verdad, no
dormí nada. Pensaba también en todo lo que me habían dicho antes de
partir: que no hablara con nadie, que no me pusiese nerviosa, que comiese
todo lo que me dieran.
6 Departamento Administrativo de Seguridad.
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