TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

me dicen: - Me encantas, porque eres la única del salón que habla conmigo
un rato y todavía no me has pedido nada. Algunos cuando luego vas a la
habitación con ellos, te siguen diciendo las mismas cosas agradables
mientras estás follando. Hasta ahora, todos me han tratado bien.
En mi etapa en “El Rayo de Luna” cuando había movimiento, me hacía
cuatro o cinco pases. Pero, después, cuando la cosa estaba floja, uno o dos.
También hay algún día malo, que a lo mejor no me hago un solo pase,
aunque esto es bastante raro. En los clubes los mejores días son los fines de
semana, excepto los domingos. Los lunes tampoco son buenos.
En el club fue donde conocí a Juan. Antes de irme a vivir con él, también
estuve trabajando en el piso de Marta, pero allí no me adapté bien. Todos
los clientes eran viejos y querían hacerlo sin condón. Por eso le dije a
Marta que no aguantaba y me marché del piso.
Me marché del club de Ramiro por toda aquella confusión con Patricia. Yo
no soy amiga de problemas y me fui con Miki. Pero, ya los últimos días
que estuve trabajando en “El Rayo de Luna” no me sentía bien. Me
quedaba mirando a las chicas en el salón, las observaba cómo se peleaban
por los clientes y lo veía todo como si yo no estuviera allí. Entonces, pensé
y me dije: no, éste no es mi sitio.
Juan
Llegué al club de Ramiro un lunes, y el sábado conocí a Juan. Él era el
mejor cliente del club, subía cuatro o cinco veces en una noche, pero
cambiaba de mujer. Además, estaba poco tiempo en la habitación, no como
otros que están encima veinte minutos.
Recuerdo que yo estaba sentada cerca de la máquina de juegos, junto a
Nelly, en el salón. Entonces, él llegó, tocó primero a Nelly y luego a mí.
Yo pensaba que quería subir con Nelly porque le dio dos besos, pero
enseguida me preguntó que dónde estaba porque no me había visto nunca
en el salón. Después de presentarnos, él comenzó a acariciarme y a
besarme. Nelly enseguida se marchó de nuestro lado. Me preguntó cuánto
costaba subir conmigo. Yo le dije que cien euros por una hora. Y subimos a
la habitación. La segunda media hora sólo estuvimos hablando. Me dijo
que si quería ser su novia, que yo era muy bonita. Pero, eso son cosas que
te dicen muchos…
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