08.05.2013 Views

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

compramos una botella <strong>de</strong> aguardiente. Yo mantenía siempre la maleta en<br />

la cama, porque siempre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que llegué pensaba en irme. Mantenía toda<br />

la ropa en la maleta.<br />

Allí éramos como unas cuarenta mujeres. Nos cobraban cinco mil pesetas<br />

por la casa y por la comida cada día. Eso se sumaba a la <strong>de</strong>uda. Nos dijeron<br />

que podíamos hacer “streaptease”. Una compañera comenzó. Yo no quise.<br />

Sin embargo, nosotras planeábamos todos los días la fuga.<br />

Entonces, el señor nos empezó a <strong>de</strong>jar salir. Yo estaba muy aburrida. Todo<br />

lo que yo trabajaba, así hiciera cinco o seis pases, era para la <strong>de</strong>uda. Betty y<br />

Suelen se volvieron atrás porque tenían miedo a que les mataran la familia.<br />

Nosotras regalamos ropa y zapatos a las chicas, porque no queríamos llevar<br />

nada más que lo necesario.<br />

Ese día nos tomamos la botella <strong>de</strong> aguardiente al cierre. Y mientras el jefe<br />

estaba haciendo el inventario, nosotras teníamos las maletas listas. Sandra<br />

tenía un móvil y llamó a un taxi. Teníamos que esperar a que todo el<br />

mundo se durmiera. Luego, llegó el taxi y nosotras comenzamos a bajar las<br />

escaleras con un miedo… Primero bajó Samantha, luego yo, y Sandra fue<br />

la tercera. A mí se me quedaron los zapatos. Resulta que cuando ya<br />

estábamos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l taxi, Sandra se volvió para <strong>de</strong>ntro porque se había<br />

olvidado el móvil encima <strong>de</strong> la cama, con los nervios. Le dijimos al taxista<br />

que nos llevase rápido a la estación <strong>de</strong> autobuses. Y cogimos el ticket para<br />

Madrid. Cuando estábamos en la estación pasó la mujer <strong>de</strong>l jefe y nos<br />

tuvimos que escon<strong>de</strong>r en los baños. Y nos fuimos para Madrid.<br />

“El Vellocino <strong>de</strong> Oro”<br />

Llegamos a Madrid y no sabíamos ni para dón<strong>de</strong> ir. Con nervios y<br />

asustadas no sabíamos qué hacer. Sandra era la que tenía más mundo y nos<br />

dijo que iba a llamar a una amiga para ver si nos daban una plaza en un<br />

club. Y así fue como nos fuimos para “El Vellocino <strong>de</strong> Oro”.<br />

Resulta que cuando llegamos eso era también un infierno. Era un club <strong>de</strong><br />

plaza. Una no podía quedarse allá permanentemente. Nosotras llegamos<br />

cansadísimas, con esas maletas, todas nerviosas. Cuando allí salió una<br />

mami, que era la que manejaba todo lo <strong>de</strong>l club. Nos acomodó, nos dijo que<br />

nos duchásemos. Yo pensaba que íbamos a dormir, cuando nos dijo que<br />

fuésemos para el salón, que eso era un club <strong>de</strong> plaza y que no era sitio para<br />

<strong>de</strong>scansar.<br />

62

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!