TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

El viaje
Cuando me salió el viaje mi esposo no estaba de acuerdo. Me decía que era
mi perdición. Y por cuestión de venirnos, dijo que nos íbamos a separar.
Tengo una tía que está casada en La Coruña. Ella me llamó por teléfono a
Colombia. Me dijo que viniese a España a trabajar en un club. Ella sabía
que yo necesitaba dinero y que yo era muy ambiciosa, sobre todo por
Javier, que es un niño enfermo. Mi tía me mandó el dinero de viaje, el
pasaje y la carta de invitación. Me dijo que aquí en un año yo conseguía
casa, carro y beca, como se dice en Colombia. Y en unos quince días arreglé
todo.
Cuando llegué tuve problemas. Me dijeron que la carta de invitación no
servía. Yo traía sólo diez dólares y la policía me detuvo. Éramos diecisiete
colombianos detenidos. El policía me dijo: - Vete, y no te voltees. Y así
conseguí entrar. A los otros me parece que los devolvieron.
En Barajas me recogió mi tía. Vinimos para La Coruña en el coche de su
marido. Me cobraron cincuenta mil pesetas por el viaje hasta Coruña. Y me
cobraron seiscientas cincuenta mil por todo. Llegamos a la casa de ella. Era
el 25 de agosto de 1998. Llamaron al señor del club para que me conociera.
Y ya me dijo que tenía que trabajar con ropa. Cuando el señor llegó le dijo
a mi tía que sí, que sí que servía para trabajar en esto.
La prostitución
Cuando llegué al club las vi a todas con la ropa de trabajo y eso. Me dijeron
que me cambiara de nombre. Y entonces me puse Cielo. Me explicaron que
tenía que ponerles las gomas a los clientes. Me explicaron que tenía que
flirtear. Me dijeron cómo funcionaba la prostitución.
El día 27 empecé a trabajar. Llegó un tipo, al que llaman Santos, que era el
que probaba a las chicas nuevas. Me dijeron que tenía que arrimármele, que
era un hombre que daba mucho dinero y que ayudaba a las chicas. A mí me
temblaban las piernas. Me dijeron que Santos era buena gente. Él me miró
de arriba abajo y me dijo:
- Hola, ¿cómo se llama?
- Me llamo Cielo, ¿y usted?
- ¡No me llame de usted, me cago en Dios! ¿qué me ves muy viejo o
qué?
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