TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

El día que vino la policía, que no se me olvidará nunca, yo estaba con un
cliente. Mandamos a Marina a comprar cerveza y cigarrillos. Cuando ella
bajó ya el cliente estaba para vestirse. Se vistió y se fue. Luego timbraron,
y era la policía. En aquella época yo no tenía papeles. En menos de tres
minutos me vestí. Bajé por las escaleras y los cuatro policías ya subían con
dos perros. Me robaron cuarenta y cinco mil pesetas que yo me había hecho
ese día, y se tomaron unas cervezas. Me lo revolvieron todo. Menos mal
que no me vieron las joyas, sino seguro que también se las llevaban, los
desgraciados.
No encontraron nada. Pero, se llevaron mi dinero. Yo fui al otro día a
buscar a Teresa, pero no encontré la casa. Pagué a dos muchachos para que
le diesen una golpisa. Les dije que si la cogían que la golpearan, pero que si
estaba embarazada que no le diesen en la barriga. Les pagué diez mil
pesetas. Yo quería darle a Teresa un mensaje, de que la próxima vez le iba
a quebrar el culo. Nunca más la he vuelto a ver.
A la final, Marina también me cogió doscientas mil pesetas. Pero, nunca
me las pagó porque se murió. En el piso los pases eran de cinco mil pesetas
y yo me quedaba con mil. Si hacían pases de tres mil pesetas, que eran diez
minutos, se quedaban todo el dinero las chicas.
Entre Lugo y Coruña
Después me vine para Lugo en noviembre. Sólo estuve un mes en el piso
de acá, con Marta. Entonces, me fui nuevamente para La Coruña, al piso de
la Ronda de Outeiro. Un amigo me regaló el pasaje para traerme a mi hijo.
Me lo compró en El Corte Inglés. Y conocí a Alejandra, que es una buena
amiga. Ella tenía problemas, porque el marido la golpeaba.
Al mes, me llegó María Fernanda, una chica que conocía mi hermana allá
en Colombia. Desmantelé todo el piso, porque llegaba mi hijo. Fernando,
un amigo, me ayudaba mucho económicamente. Miguel tuvo muchos
problemas en el viaje. Me lo regresaron en Bogotá. Pero, a la final, llegó.
Yo tenía un dinero ahorrado. Y en mayo entregué el piso de la Ronda de
Outeiro. La señora me subió el alquiler, así que lo dejé.
Me fui para un piso en la Avenida de Arteijo. Allí es donde vivo
actualmente. Allá está mi hijo. No se trabaja, es un piso de familia.
82