TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

TANIA
Mi vida en Colombia
Nací en la ciudad de El Espinal un 9 de junio de 1961. Allá es una zona
agrícola, con gente muy fiestera. Soy la mayor de seis hermanos. Yo era la
niña más consentida de mi abuela María Rosa. Mi desdicha ha sido siempre
no sentirme querida por mi madre.
A los pocos años nos fuimos para una finca, a unas seis horas de carro de
El Espinal. Esa finca era de la mamá de mi papá. En aquella época había
problemas entre liberales y conservadores. Ya fue la causa de una guerra
anteriormente en Colombia. A mi padre lo querían matar porque era
“collarejo”, venían a veces a buscarle por la noche y mi papá siempre con la
escopeta… Recuerdo que mi papá manejaba muchos trabajadores… Una
vez me pegó un chivo. También recuerdo las luchas entre los vecinos.
Luego, cuando yo tenía unos ocho años regresamos a El Espinal. Estudiaba
y siempre estaba al lado de mi abuela. Hasta que llegó mi primo y me llevó
para su casa en Cali. Mi primo era entonces profesor de Bellas Artes y
vivía con su esposa en la ciudad, aunque ellos viajaban mucho. De esa
forma perdí el contacto con mi familia durante un período de año y medio,
pero al mismo tiempo se abrió ante mí un nuevo mundo lleno de cosas
diferentes, de matices, de aprendizajes,… Ellos eran unas personas muy
bohemias, como hippies. Para mi primo yo era una persona muy especial.
No así para Carmen Alicia, su mujer. De todos modos, fue ella quien se
marchó a Santa Marta y de esta forma conocí por primera vez el mar. Me
pareció inmenso… Así conocí las playas, la naturaleza, las papayeras…
Para mí fue como un aprendizaje: ellos me enseñaron a caminar derecha,
me sacaban fotos desnuda cuando estaba en el baño, yo quería ser como
una modelo super famosa. Los fines de semana me llevaban a la localidad
de Bonda, que está a una hora más o menos de Santa Marta. Allí habían
reuniones de ellos, celebraban fiestas donde tomaban y bailaban. En una de
esas fiestas me dieron la prueba del cacho. Me sentí tan mal… tan sólo veía
indígenas tocando el tambor. Otra vez recuerdo que me cogí un armadillo,
era un animal tan lindo…Así era aquella etapa de mi vida, me sentía en
medio de la naturaleza y a la vez me veía como solitaria.
Ya cuando regresé a El Espinal, mi familia me encontró muy cambiada.
Íbamos juntas a la escuela mi hermana pequeña y yo. De pronto, un día, mi
papá compró una casa en Ibagué y nos fuimos para allá. Ibagué es un clima
muy frío. Volví al colegio y me fue muy bien. También ayudaba en casa
con mis hermanos. Al cabo de un año de estar en Ibagué nos regresamos
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