08.05.2013 Views

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Como la noche anterior salí <strong>de</strong> marcha y bebí mucho, me pasé todo el viaje<br />

vomitando en el autobús. Cuando llegué al piso en Madrid, la dueña me<br />

miró <strong>de</strong> arriba a abajo. Allí yo tenía a una amiga, Vanesa. Fue ella quien<br />

luego me contó que la dueña le había dicho que yo era <strong>de</strong>masiado morena y<br />

que no iba a trabajar bien. Pero, aún así no <strong>de</strong>sistí. Comencé a trabajar, a<br />

hacer uno o dos pases. Allí venían marroquíes, y a ellos no les gustan las<br />

mujeres morenas. Empecé a <strong>de</strong>primirme un poco.<br />

Al día siguiente, vinieron más clientes. Pasé y estuve diez horas con uno en<br />

la habitación. Pagó mil euros, quinientos para mí y quinientos para la casa.<br />

Pero, aún así no me gustó porque el chico estaba drogado y me insistía para<br />

que me drogase con él. Tuve que tomarme unas rayas con él. Al principio,<br />

tenía un poco <strong>de</strong> miedo, pero no pasó nada.<br />

En el piso había una chica, Camila, que empezó a cogerme envidia. Yo ya<br />

estaba trabajando bien en el piso, y todos los días ganaba entre doscientos y<br />

cuatrocientos euros. No había un solo día que bajase <strong>de</strong> cien euros. Y<br />

Camila comenzó a mirarme con malos ojos, pura envidia, porque ella ya<br />

llevaba un año en el piso y me miraba como si yo fuese una intrusa.<br />

Una tar<strong>de</strong> comprobé que la dueña me empezaba a tratar mal. Pronto<br />

<strong>de</strong>scubrí que Romelina la había llamado por teléfono y le había dicho que<br />

yo era una chica muy problemática. La dueña no me dijo nada<br />

directamente, y fue mi amiga quien me lo contó.<br />

A la mañana siguiente, fui al banco a <strong>de</strong>positar dos mil euros para enviar a<br />

Brasil. Le mandé dinero a mi madre y los regalos <strong>de</strong> Navidad. A ella le<br />

hizo muy feliz ese <strong>de</strong>talle. Yo también me sentía feliz porque nunca en mi<br />

vida había ganado tanto dinero. Pero, la felicidad duró poco. Al día<br />

siguiente, la dueña <strong>de</strong>l piso me llamó y me dijo que me tenía que marchar.<br />

Me dijo que muchas chicas le habían telefoneado para <strong>de</strong>cirle que yo era<br />

una mala persona. Esas chicas no eran más que Romelina o chicas<br />

mandadas por ella, estoy segura. Le rogué a la dueña que no me echase,<br />

que acababa <strong>de</strong> enviar todo el dinero a mi país y no tenía nada. Pero, ella<br />

me dijo que no era su problema, que yo me tenía que marchar, que ella<br />

tenía que viajar pronto para Colombia y que no quería saber <strong>de</strong> problemas<br />

en su piso.<br />

Llamé a mi madre y le conté todo. Mi madre me dijo que <strong>de</strong>bía ser fuerte y<br />

luchar, que estaba por el buen camino para conseguir el éxito. No tenía más<br />

que veinticinco euros, que no me alcanzaban ni para el billete <strong>de</strong> autobús.<br />

Mi solución era que mis amigas <strong>de</strong>l piso me prestasen un poco <strong>de</strong> dinero.<br />

Me <strong>de</strong>jaron noventa euros. Y la dueña <strong>de</strong>l piso me acompañó hasta la<br />

407

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!