TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

mami que sí, que me pegara. Me daba unas pelas…, pero, horrible. Me daba
y me daba. Y yo la retaba y le decía que no iba a llorar.
Empecé a salir con el cuñado de mi mejor amiga en el colegio. Y entonces,
ese chico tenía un problema… Yo tenía dieciséis años y él veintinueve.
Pero, ese no era el problema (ríe), sino que el problema es que era casado.
Él trabajaba como cobrador y a veces también como repartidor. A mí me
invitaba a ir. Y él empezó a insinuarme cosas raras, aunque siempre fue
cariñoso conmigo. Empezó con jueguecitos y eso, y de pronto nos
alejábamos de la ciudad a sitios muy bonitos. Ya comenzamos a besarnos.
Y así fue cuando ya me lo pidió.
Comencé a salir con él en agosto del 96, y fue a él a quien le entregué mi
virginidad. ¡Qué horror! (ríe). Él y su mujer eran como la pareja ideal para
todos. Pero, él se la jugaba todo el tiempo a ella. Mientras yo salí con él, y
fueron tres años, no supe que anduviera con otras. Así fue como el 15 de
enero de 1997 yo le entregué mi virginidad. Bueno, el 8 de enero lo
habíamos intentado, pero yo no pude. Me dio miedo. Era tan ignorante…
Ese día yo sentí de todo: dolor, placer, angustia… Pero, me entregué
perdidamente a él. Me volví fiel y todo. Y él empezó entonces a ser raro
conmigo, a alejarse de mí. Y, lógicamente, a mí me dolía. Yo era en aquella
época una niña entregada al amor, a la pasión y al deseo. Yo había decidido
acostarme con él después de que mi amiga Andrea me dijera que ella ya se
había acostado con su novio y que no había pasado nada. Así fue que yo
también decidí probar.
Al mes de haberme acostado con él, le dije que era mejor que termináramos
con la relación, porque yo lo veía muy alejado de mí. Y la respuesta de él
fue esta: - tú verás quién pierde, si tú o yo. Esa fue su respuesta. Yo me
largué llorando desesperadamente. Estuve como varios días llorando.
A los ocho días no me aguanté y fui a buscarlo. Pensaba que no podría
vivir sin él, así que le pedí que volviéramos. Y volvimos. Así duramos
cuatro meses. Él me hacía desplantes, y yo sin ese hombre me moría. Al
cabo de ese tiempo me cansé, y le dije otra vez que no, que lo dejásemos. Y
así fue que lo volvimos a dejar. Como yo no fui a buscarlo, al cabo de
quince días él vino a buscarme. Y yo quise vengarme de él. A veces yo no
aparecía, o le hacía esperar a propósito. Empecé a salir con más chicos, a
divertirme. Pero, yo sólo me acostaba con él.
Después tuve un novio policía, que quería que nos casásemos. Yo cuando
vi que la cosa iba en serio me le perdí. También terminé mi bachillerato. Y
93