TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

explicó cómo teníamos que hacer. No me olvidaré nunca. Era la nochevieja
del año 2001.
El viaje a Portugal
Fue Marcos quien nos llevó hasta la estación de tren. Eran las cinco de la
tarde. Salimos a las seis de la estación de Oviedo y después tuvimos que
cambiar de tren en León. De allí a Palencia y ya para Lisboa. Aquello fue
un trayecto do caralho. Recuerdo perfectamente aquella noche. Recuerdo el
olor. Nuestro vagón estaba lleno de negros. Y mi prima con la
menstruación… Uff, fue horrible.
En Lisboa nos estaban esperando. El encargado del club nos llevó en coche
a Extremoso, un pueblo del interior. Creo que debe de haber unos 150
kilómetros. Cuando llegamos al club vimos que era un sitio muy pequeño,
tipo así de esos clubes fodidos. La dueña del club estaba casada con un
portugués.
Gané mucho dinero trabajando en ese club. Pero, Dios, allí los hombres
olían a cabrito… La dueña era una buena persona, con buen corazón. Ella
conocía esta vida, ya había trabajado antes de prostituta y entonces te
entendía, y si podía ayudarte en cualquier cosa lo hacía.
La primera noche que empezamos a trabajar, como éramos nuevas, los
hombres se quedaron encantados. Los hombres pagaban muchas copas para
las chicas y también les gustaba bailar forró. Trabajé en ese club durante
cuatro meses.
Un día llegó un cliente muy guapo, alto. Me llamó la atención y me gustó
mucho. Se llamaba Sergio. Nos enamoramos un poco. Me invitó a una copa
y después subimos a la habitación. Me gustó tanto que la única vez que le
cobré por estar juntos fue aquella primera noche. A partir de entonces,
como me gustaba tanto, se lo daba por la cara. Pero, él también me ayudaba
y me compraba cosas, ropa, etc. En aquella época también me enamoré de
otro hombre, Carlos, que era otro cliente. Carlos era un hombre guapo, pero
estaba casado. La primera vez que subí con él me gustó tanto que me corrí.
Él supo llevarme por la conversación. Era un seductor y tenía mucha labia.
Con Carlos estaba en el club y con Sergio salía fuera. Sergio era mío
particular.
En esa época fue cuando experimenté por primera vez el sexo anal. Fue con
Carlos, que me fue llevando por la conversación y me dio placer, así,
275