08.05.2013 Views

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Sandra y yo comenzamos a tener miedo. El salón siempre estaba lleno <strong>de</strong><br />

gente drogándose. Por eso, quisimos marcharnos <strong>de</strong> allí.<br />

En el mismo edificio había otras brasileras que iban a <strong>de</strong>salojar el piso. Nos<br />

pidieron la fianza y Sandra le dio a una <strong>de</strong> las chicas seiscientos sesenta<br />

euros en la mano. Yo no estaba el día <strong>de</strong> la negociación. Y perdimos ese<br />

dinero. La chica se marchó con los seiscientos sesenta euros y el dueño <strong>de</strong>l<br />

piso no pudo hacer el contrato. Hasta el día <strong>de</strong> hoy no volvimos a saber<br />

nada. Cuando Sandra me lo contó yo me <strong>de</strong>sesperé. No tenía más dinero<br />

para pagar el alquiler <strong>de</strong>l piso. Y Sandra tampoco. Y como el dueño no<br />

recibió el dinero no podía hacer el contrato.<br />

La primera vez que fui a trabajar a un club fue cuando fui al “Lexis”. Fue<br />

horrible. Tenía ganas <strong>de</strong> salir corriendo. Todas las chicas eran jóvenes,<br />

<strong>de</strong>lgadas y guapas. Yo me sentía mal, me sentía la peor <strong>de</strong> todas. Si esas<br />

chicas jóvenes trabajaban poco, imagina yo.<br />

Cuando llegué al club, me dieron una habitación. Me quedé en la<br />

habitación unas dos horas. Estaba muerta <strong>de</strong> miedo. Después, bajé al salón.<br />

Y Claudio, el encargado <strong>de</strong>l club, se me acercó y vino a hablar conmigo.<br />

Yo le dije que siempre había trabajado en pisos, que no sabía cómo trabajar<br />

allí. Él me comentó que allí en el club no estaba permitido a las chicas<br />

beber alcohol, pero que conmigo iba a hacer una excepción para que me<br />

calentase el cuerpo y perdiese el miedo. Claudio es colombiano, muy buena<br />

persona. Yo necesitaba dinero. Me acababan <strong>de</strong> robar parte con el alquiler<br />

<strong>de</strong>l piso. Claudio me indicaba con qué clientes podía yo tener suerte. Me<br />

<strong>de</strong>cía: - Ve, acércate a ese, que le gustan mucho las noveda<strong>de</strong>s, las mujeres<br />

nuevas.<br />

En el “Lexis” estuve trabajando una semana. Me venían a buscar en una<br />

furgoneta que iba llena <strong>de</strong> mujeres, casi no podías respirar, era horrible.<br />

Recuerdo aquella primera noche en el club. Yo estaba sentada, encogida.<br />

Fue cuando conocí a Joise. Una cosa que me resultó <strong>de</strong>sagradable allí fue<br />

que estaba lleno <strong>de</strong> jóvenes brasileras y ninguna me hizo caso ni se me<br />

acercó para hablar conmigo. Sólo estaban allí en un corro, observándome,<br />

haciendo bromas y riéndose. Se burlaban <strong>de</strong> mí.<br />

La única que vino a hablar conmigo fue Joise. Me dijo que las cosas en los<br />

clubes son así, que existe mucha competencia y que raras veces te<br />

encuentras a una persona que te ayu<strong>de</strong> en el trabajo. Me dijo que esas<br />

chicas eran así, pero que no hiciese caso. Y que prestase atención a cómo<br />

hacía ella para apren<strong>de</strong>r cómo funcionaba el trabajo en el club. Yo, todavía<br />

hoy, no sé trabajar en un club. Me quedo hablando todo el rato con el<br />

212

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!