TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

- Pero, tú eres muy guapa. No quiero follar contigo, quiero hacerte el
amor.
- ¿Y cómo se hace el amor con un español?
- Mira, cariño, el amor con un español se hace así, sin condón…
- Ah! Sí, me encanta.
Y estuvimos así, de cachondeo, charlando en la barra. Me invitó a cinco
copas, whisky con red bull. A ratos le pasaba la mano por la polla y él se
ponía todo loco. Cuando ya estaba totalmente convencido de que íbamos a
hacer el amor sin condón, le dije que me disculpase, que tenía que ir un
momento al servicio, y entonces aproveché para marcharme. Salí, llamé un
taxi. Volví a la barra y le di un beso en la boca para entretenerlo un poco. Y
cuando llegó el taxi me fui. Después, me contaron que fue a buscarme al
servicio. Se pensaba aquel sapo feo que yo iba a follar con él sin condón…
Al día siguiente nos llamó la dueña del club. Yo no quería volver. Pero, la
dueña me ofreció trabajar en el reservado. Y esa segunda noche la pasé allí
en el reservado. Pero, no aguanté más. Todos viejos y queriendo follar sin
condón. Para quien tenga coraje es un buen sitio para trabajar. Algunas
chicas, como Fernanda, ganan allí más de mil doscientos euros por semana.
Sandra en un solo sábado ganó ochocientos euros. Se pasaba el tiempo
entero subiendo y bajando, subiendo y bajando. A mí no me gustaba.
El piso de contactos
Luego volví para “El Rayo de Luna”. Como el dinero que ganaba en el club
no me parecía suficiente, pensé que era la oportunidad para probar a
trabajar en un piso. Fue Fernanda quien me ofreció ir a su piso. Me
despertaba sobre las doce y ya comenzaba a trabajar. Estaba en el piso
hasta que luego venía Ramiro a buscarme para ir al club. Trabajé con
Fernanda un mes más o menos. Trabajábamos las dos, pero no había
muchos clientes, y los que venían echaban un polvo rápido y listo.
Colocamos anuncios en el periódico. Pero, llamaban poco. Fernanda se
encargaba de todo. Yo le daba treinta euros para el anuncio durante toda la
semana, y ya lo hacía todo ella. Nunca miré siquiera el periódico.
Después dejé de trabajar en el piso, y seguí trabajando sólo en el club. En
aquella época estaban Jessica, Marta, Isabella, Sandra, Bianca, Miki y
Andrea. El trabajo estaba muy flojo, y yo no me daba nada bien con
Bianca. Ella siempre quería ser la más inteligente, la mejor de todas. Por
eso. Bianca empezó a trabajar de prostituta a los doce años. Para ella la
prostitución es una profesión, le gusta trabajar en esto. Como veía que yo
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