08.05.2013 Views

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

TESIS DOCTORAL - Instituto de Migraciones

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

damos treinta reales. Cuando llegué allá trabajé <strong>de</strong> puta madre. Tenía<br />

quince años, aún no había cumplido los dieciséis.<br />

El primer cliente fue difícil. Yo nunca había cobrado por follar con nadie.<br />

No sabía muy bien cómo tenía que hacer. Apenas habían pasado cuatro<br />

meses <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que perdí mi virginidad. Pero, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una semana ya<br />

trabajaba bien. El club era muy gran<strong>de</strong>. Había un motel en la planta baja y<br />

un salón arriba muy gran<strong>de</strong>, todo <strong>de</strong> color rosa. Había habitaciones para<br />

follar y habitaciones para dormir. Éramos más <strong>de</strong> veinte chicas trabajando.<br />

Me quedé casi tres años allí trabajando en aquella boate. Venían clientes <strong>de</strong><br />

todo tipo, bolivianos, japoneses, muchos japoneses. Los bolivianos son pata<br />

<strong>de</strong> vaca.<br />

Allí conocí a un japonés. Él tenía cincuenta y siete años, pero a mí me<br />

gustaba mucho. Era muy educado y me daba mucho dinero. Todo el mundo<br />

me <strong>de</strong>cía que yo estaba loca, no entendían que estuviese saliendo con un<br />

hombre tan viejo, pero a mí me daba igual. Era muy cariñoso. Al mismo<br />

tiempo salía con otro, un chico joven, <strong>de</strong> unos veinte años, una peste,<br />

siempre quería controlarme. Y yo no soporto a los hombres que quieren<br />

controlarme. Por eso prefería al japonés.<br />

El jovencito también me daba dinero. Tenía mucho dinero, pero yo no<br />

sabía que él era ladrâo <strong>de</strong> gado. Un día la policía vino a buscarlo. Lo <strong>de</strong>jé.<br />

Lógico. Y continué con el japonés. Pero, pronto apareció en mi vida otro<br />

chico, <strong>de</strong> veinticuatro años, un pata <strong>de</strong> vaca. Lo quería por la cara, safado,<br />

vagabundo, y tenía novia. Al final, lo <strong>de</strong>jé también. Era muy safado, venía al<br />

club don<strong>de</strong> yo trabajaba y luego se marchaba para otras boates <strong>de</strong> la zona. El<br />

japonés fue el único que me <strong>de</strong>jó, porque se enteró <strong>de</strong> todo.<br />

La muerte <strong>de</strong> Cerqueira<br />

Después <strong>de</strong> eso hice amistad con un traficante. Se llamaba Cerqueira. Era un<br />

amigo <strong>de</strong> verdad. Salíamos <strong>de</strong> fiesta y pasábamos mucho tiempo juntos.<br />

Era un tipo guapo y <strong>de</strong> buena familia, pero traficaba con cocaína. Todo el<br />

mundo le conocía, y a mí me respetaban.<br />

Un día estábamos en el hotel y llegó un tipo, alto y flaco. Era matogrosense<br />

y estaba enfermo <strong>de</strong> sida. Fue el propio Cerqueira quien me lo contó. Ese<br />

hombre era el proveedor <strong>de</strong> coca <strong>de</strong> Cerqueira. Tenían toda una mafia<br />

montada con la participación <strong>de</strong> la policía. Pero, llegó un momento en que<br />

567

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!